La belleza de Venezuela, apreciada por aquellos venezolanos que agradecen lo que Dios le ha legado y los que han tenido la oportunidad de comparar con otras realidades. Al salir al exterior e irles bien; añora, la familia, la arepa el pabellón, las empanadas y los amigos, en un fin de semana compartido. Los que le van mal y no pueden regresarse, por múltiples razones; las amarguras los o las invaden, contaminando el alma; con sentimientos malsanos. Y los que tienen la oportunidad de regresar, con los recuerdos por la presión por un trabajo y la poca solidaridad a los venezolanos en el exterior; que a brazos partidos intentaron adaptarse a una realidad diferente a la propia naturaleza.
Los que se quedan y aman a la patria, son aquellos que aceptan la condición ontológica, de pobreza y luchan por superarlas, y otros, que trabajan con denuedo por compromiso y los que no trabajan, pero le gusta vivir como los príncipes. Sin embargo, una minoría apreciable, actúan; como lo decía el suegro: “El que no ha tenido y tienen, loco se quiere volver” Basta ir a los supermercados y observar, muchas personas con el carrito lleno de diferentes mercancías, decir; - el país está en el suelo, no se consigue nada. Y otros, - esto es culpa del Presidente. Esto me hacer recordar en el condominio donde vivo, todas las culpas de deficiencias se las achacan al Presidente.
En un banco de la ciudad de Maracaibo, una señora con el acostumbrado discurso, que se presentan en las colas, como corrupción del lenguaje (Demagogia) decía: que en este gobierno habían ocurridos más muertes, que en la cuarta república y que era increíble, los problemas de desabastecimientos y el gobierno no hace nada por que le conviene a los cubanos; sin las más mínima coherencia; con expresiones anormales, en el rostro. Al tratar de enfocarla, en la guerra económica, actuaba como si no estuviera hablando con ella, o, como si daba un discurso y estaba sentada, en lo más alto de un pedestal.
Con respecto a las colas en los supermercados, coincido con el Sociólogo Rafael Parra, que fue entrevistado por el Padre Vidal en una televisora local, dijo; que el problema no es la cola, los problemas son las pocas cajas funcionando. Aunque se puede inferir, que en Maracaibo, los supermercados son de vieja data y no existen las facilidades tecnológicas que se observan en un país del exterior. Antes de la revolución bolivariana, existían alrededor de 60% de pobreza, esto quiere decir que en la actualidad, se ha incrementado el consumo en 33%. Motiva hacer la siguiente pregunta: ¿Cuántos nuevos supermercados se han construido? Y la repuesta, es la siguiente: pocos o casi ninguno.
La inmigración forzada en los últimos quinces años es de aprox., el 20% Un 10% por la cantidad de empresas productivas, que se han ido y 5% por los que disminuyeron la capacidad. Y se esto se agrega un 20% por contrabando: llegaría a un total de 88% incremento de producción que se requiere. Analice y juzgue; los esfuerzos que se ha desarrollado para evitar que la economía colapse. Por lo tanto, se hace la siguiente pregunta: ¿Qué porcentaje de venezolanos, agradece los esfuerzos que se han hecho por importación? La repuesta es la siguiente: un porcentaje mínimo, que no sabe lo que es agradecimiento.
Como un acto conclusivo, se puede decir: que existe una minoría apreciable, que hablan sin tener la menor idea de lo que dicen y crean muchas incertidumbres. Al no saber, que cualquier demanda que tenga, tienen que contar con las evidencias, garantías y calificaciones. Porque abusan de las personas crédulas, que se dejan llevar por la fineza del lenguaje, la forma de vestir, la compra que hacen y el carro que cargan. Es por eso conveniente, de desarrollar a pasos agigantados, una comunicación en tiempo real, para evitar que algunas televisoras manejen situaciones, con la única intención de generar problemas de estabilidad y tratar de evitar generar, caldo de cultivo.
