Evitar impactos psicológicos que dispongan la inconformidad y la violencia

A Venezuela, pareciese que el destino le ha otorgado, todos los beneficios que puedan desear los habitantes de un país. Recursos naturales de todas índoles. Se puede inferir, que todavía se tienen recursos que no se han descubiertos. Entre los seres humanos, muchos han brillados, como estrellas aisladas. Donde el libre mercado, se los ha engullidos arrancándolo de raíz. Despreciando al Sur y privilegiando al Norte. Y según la ley de contrarios, no solo han ayudado a crear una Latinoamérica y una Venezuela virtuales. Como contrario a una Latinoamérica en el mundo real sensible; con continuas contradicciones.

Recientemente, se observó: como dos artistas venezolanos ganaron un premio y en un apreciable estado emocional: uno dijo, que le dedicaba el trofeo a Venezuela. Y el otro, agradeciendo a Latinoamérica y concluyó, que ojalá Venezuela siga promocionando la música, para que más venezolanos incursionen en el mundo artístico y se eliminen las confrontaciones políticas. Se hacen las siguientes preguntas:¿A que Venezuela y Latinoamérica se refería? Y la repuesta son: a una Venezuela y una Latinoamérica virtuales.

Una Venezuela Virtual, donde los pobres y los obreros, son invisibles. Donde se consagran los artistas, profesionales con postgrado y doctorados, reinas de bellezas y donde todo es posible. Con orquesta musicales productivas, educación bien paga, con empresas privadas y otros. Con habilidades y destrezas, que solo le permita decir lo que necesita y de inmediato lo tienen a cualquier precio. Donde se planifican y ejecutan grandes espectáculos y los naturales pagan lo que sea. Exacerbando a los jóvenes en forma mediática; para convencerlos, que la Venezuela virtual, es mejor; ubicada en la imaginación, de las voluntades psíquicas vulnerables.

Una Latinoamérica virtual, sin Unasur, Celac, TeleSur, Alba y otros. Con OEA, Alca, ONG,artista de grandes aglomeraciones y otros. Donde se maximicen las habilidades y destrezas de los Latinos. Convirtiéndose en consumidores y pagan, con el dinero proveniente de recursos financieros; sin importarles el origen y ni la forma como la acumulan. La condición más significante, es que tenga bastante y que justifiquen los beneficios que aportan. Y al quedar sin recursos, por malas praxis, el sistema se encarga de colocarlos en el sitio que se merecen.

Donde una minoría bastante apreciables de venezolanos, viven de las habilidades y destrezas para los negocios y el acceso al poder; como un trabajo de las clases dominantes. La pregunta que se hace: ¿Quienes conforman esa clase dominante? Y las repuestas son: todas aquellas personas extranjeras, descendiente y aspirantes a vivir en esos mundos; con buenos conocimientos y poca fortaleza psíquica. Donde se consiguen, los Hoteles cinco estrellas, restaurantes de lujos, playas de primera acondicionadas, cruceros, donde pululan las mujeres más lindas de Latinoamérica, mucha seguridad y donde se codean las personas adineradas, y tengan grandes necesidades de diversiones.

Ha mediado del Siglo pasado, para incentivar una pelea de contrarios. El instigador le decía a unos de ellos: - a que no le mienta la madre. En caso que esa estrategia no resulte, le ponían una paja en el hombre. Y le decían al contrario: - a que no se la quita. En ambas situaciones, incentivan la pelea entre contrarios, por diferencias. Con el tiempo y las facilidades de obtener un arma, las cosas se complicaron. Ya no se necesita un instigador, las cosas se hacen más directa. Sin embargo, para instigar un colectivo, se han inventados palabras, como: tirano, terrorista, espías, comunista y otros. Con el porcentaje de aceptación: se desata la confrontación por intereses.

Según la ley de contrarios, se tiene una Venezuela que se levanta temprano, que lucha para la igualdad y justicia; para incrementar el desarrollo que permita ocupar a los venezolanos y prever recursos para las futuras generaciones. Sin embargo, si no existiesen las variables exógenas que impacta en la psiquis del venezolano y lo disponen a la inconformidad y a la violencia; no hubieses confrontaciones políticas. Porque todos no pueden ser habitantes, que sea aceptado, en la Latinoamérica y por ende en la Venezuela virtual, sin tener con qué; porque fácilmente se les identifican, por el color, la vestimenta, el lenguaje, la falta de glamour y la falta de grandes recursos económicos.

Las mismas razones que desaniman a una minoría apreciable a acceder a las ventajas, que tiene una mayoría pobre. Son las mismas razones que desaniman a una mayoría apreciable para presentar en la realidad sensible, condiciones para evitar que muchos venezolanos, se dejen encantar por cantos de sirenas, con una Venezuela Virtual, que se crea entre paredes y construcciones ostentosas. Lleva a inferir, que es necesario seguir aumentado la profundidad ontológica y epistemológica de los conocimientos universales. Luchar para que todos los venezolanos tengan la oportunidad a acceder a conocimientos del más alto nivel; sin complejos y sin amilanamientos.



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Basilio Lezama


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