A propósito de celebrarse 26 años de "El Caracazo", uno de los sucesos más trascendentales de la historia venezolana, suscitado los días 27 y 28 de febrero de 1989, cuando centenares de ciudadanos tomaron las calles de Caracas, Guarenas en el estado Miranda, y otras principales ciudades del país como Valencia, Maracay, Mérida, Barquisimeto y Ciudad Guayana; en lo que se definió un estallido social contra el llamado "paquete económico" impuesto al inicio del nefasto segundo mandato del ex presidente Carlos Andrés Pérez.
Las olas de violencia que se generaron esos días fueron consecuencia del acaparamiento y alta especulación de los productos básicos, lo que provocó desabastecimiento y una rebelión popular ante semejante sistema neoliberal ¡Qué casualidad son casi las mismas artimañas implantadas hoy por la burguesía parasitaria!.
Durante los últimos 15 años de Revolución Bolivariana este grupo de apátridas no ha cesado en sus intentos por obtener el poder, aun cuando el pueblo fiel, revolucionario y consecuente con el Legado de Chávez y el Presidente Obrero Nicolás Maduro le ha dejado en claro que ellos ¡No pasarán y no volverán!.
Sin embargo estos "pelucones" insisten en continuar con su macabro plan golpista continuado que ahora si tiene nombre y apellido llamado "Acuerdo Nacional para la Transición", denunciado recientemente por el presidente Maduro. El sonado documento firmado por algunos dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), contempla una serie de acciones desestabilizadoras contra el bienestar de la Nación, excusa perfecta para iniciar diversos hechos violentos y con esto declarar la supuesta "transición", rompiendo con el hilo constitucional, sin garantizar la inversión, la educación gratuita, las misiones y grandes misiones, las pensiones, la estabilidad laboral, ni la construcción de viviendas para el pueblo, proyecto emblemático del Gobierno nacional y de la gestión Rangel Gómez.
Evidentemente la oposición venezolana se encuentra en su punto más crítico, están desesperados, divididos y carentes de seriedad, están preñados de odio, cegados por la ambición y convencidos que la salida es tumbar a Maduro, vender el país a "Los Pitiyankees", revertir la nacionalización de las empresas, y acabar con la Patria grande que nos dejó el Comandante Eterno Hugo Chávez.
Por estas razones debe prevalecer la unidad revolucionaria porque ellos quieren repetir los escenarios de 1989 y 2002. Aspiran instaurar nuevamente el neoliberalismo, el sistema capitalista e hipotecar Venezuela al Fondo Monetario Internacional (FMI). Solo que ahora el Gobierno si está del lado del pueblo, lo ha dignificado y cuenta con él para defender la Revolución.
