Toda la obra de Marx gira sobre la plusvalía[1], por eso es la principal fórmula de El Capital, es la que recoge matemáticamente la esencia del modo burgués, o sea, la explotación de los trabajadores en condición de asalariados; esa fórmula es:
Tasa de explotación o de plusvalía[2], = pl/v = plusvalía/ salarios, para
pl = una parte valor creado por el trabajador asalariado al lado del valor que reponga el salario (v) o precio de la fuerza de trabajo vendida por el trabajador a quien le dé empleo o le permita operar con medios de producción, única forma de que como fuerza productiva el trabajo resulte creativo o productivo[3].
Digamos que, sustancialmente, lo que ocurre en condiciones capitalistas es que el trabajador sólo recibe parte de todo el nuevo valor que él crea con la aplicación de su fuerza de trabajo, y el resto de ese valor se lo embolsilla su empleador a cuenta de que este es dueño privado de los medios de producción necesarios para dicha aplicación laboral. El resto del coste de producción representado por insumos de medios de producción forma parte del capital cuyo valor entra y sale sin modificación cuantitativa alguna, sólo sufre cambios como valor de uso; así, por ejemplo, los hilos de un centro textil terminan transformados en telas, y luego estas en trajes en los centros de confección.
Para demostrar que la plusvalía existe, que es anterior al mercado y que forma parte intrínseca del valor de cambio[4] de una mercancía antes de su intercambio, Marx descubre que la relación cuantitativa de los valores de uso entre sí es una relación de valor a secas, por ejemplo:
Tantas unidades del valor de uso A = tantas de B.
De esa fórmula inferimos que los cambios del mercado sólo son factibles cuando ambas mercancías intercambiadas resulten de igual valor, a pesar de que en esa relación la cantidad de A sea diferente a la c. de B. Así, puede afirmarse que el vendedor de naranjas con ellas vende oro en determinadas proporciones.
Seguiremos en eso.
18/03/2015 12:33:51
[1] Plusvalía significa pluscapital o capital excedente respecto al capital inicial aportado por el capitalista, luego de cumplida una jornada de trabajo con asalariados. Es un valor vendible en el mercado.
[2] Marx soportó la existencia, forma y cuantificación de esta sui géneris explotación capitalista del trabajador en El Capital (Libros I; II y III) y en manuscritos específicos que después de su desaparición física fueron recogidos como Libro IV, de El Capital, en sus 3 Tomos, publicación que corrió a cargo de Karl Kautsky.
[3] La productividad aparece positiva cuando el trabajo humano se traduce en la creación de un bien útil para satisfacer alguna necesidad, pero para el capitalista sólo será productivo aquel trabajo de otro u otros que le reporte a él alguna ganancia, que no sólo cree algún valor de uso, sino que este pueda venderse con ganancia, o sea, que contenga más valor que el invertido en su fabricación, y de aquí surge la llamada plusvalía.
[4] No confundir el valor de cambio con la relación cuantitativa de los valores de uso entre sí, sino como la relación social entre los trabajadores de diferentes especialidades u oficios. Esta relación cuantitativa entre las mercancías sólo representa la cantidad de los valores de uso que deben intercambiarse, según los valores que costaron fabricarlas. El valor es, pues, una abstracción, por así decirlo, que sólo aparece en las relaciones sociales cuando los trabajadores fungen como compradores de bienes en general. Este valor se mide en tiempo útil y social de trabajo humano, y por eso hasta los más disímiles valores de uso pueden ser intercambiados.