-¡Coño Chamo, llevo casi dos semanas, moviéndome entre Barcelona, Lecherías, Puerto La Cruz y Guanta, tratando de pagar el teléfono, o sea la línea fija de CANTV e Internet y no hallo como!
De esa manera, casi en el mismo estado de ánimo que embargó a Capriles cuando perdió las elecciones frente a Nicolás Maduro, me habló mi amigo, cuando le encontré haciendo una cola para comprar papel higiénico y en respuesta a mi pregunta:
-¿Cómo estás hermano? ¿Cómo te ha ido?
Hice dos veces la misma pregunta. Es una habitual manera de proceder los orientales, como si creyésemos que la primera o una sola no es suficiente o nos creemos sordos.
-¡Cuéntame, como es eso que me dices!
-"Pues verás. Pareciera que en el intento
-"¡Oye! Es verdad. Me he dado cuenta de eso", respondí a mi amigo como una muestra de solidaridad.
Luego, sin parar casi, le pregunté:
-"¿Qué estará pasando? Porque quienes atienden esas taquillas sólo se limitan a informar lo que saben. Lo que ya dijimos: "No hay línea". Mientras ponen o mejor dejan ver su cara de aburrimiento.
Mi amigo, quien tengo como personaje muy perspicaz, de inmediato me respondió mediante una interrogante:
-"¿No has visto por televisión esa propaganda oficial, donde aparece un tipo con una laptop y una voz dice, más o menos,
-"¡Claro! La he visto. Pero explícame ¿qué relación tiene una vaina con la otra?
-"¡Fácil!". Exclamó mi amigo y continuó. "El gobierno, como la empresa privada, en sus instituciones, CANTV, MOVILNET y sus bancos, trata que los usuarios no usen las taquillas, pero como decir ya, y por eso esa propaganda y el cómo saboteo expresado en eso de
-"Uno entiende ese proceder", continuó hablando mi agudo amigo, "en la empresa privada, como idea de modernidad, progreso y cuánta vaina de esas se le ocurran, hasta aquello de la comodidad, porque tienen como finalidad primordial obtener el máximo de beneficio".
Luego siguió diciendo, "en la medida que esas empresas incorporan más tecnología e intentan, según se demagogia, facilitarle las cosas a la gente, lo que en verdad persiguen, es obtener el máximo de ganancia. De esa manera sustituyen trabajadores y bajan los costos". Si una agencia bancaria se congestiona, no piensan en abrir otras, porque eso no es lo rentable, sino procurar que la gente no vaya a ella. Esa es la finalidad primordial, la gente les trae sin cuidado. A otro perro con ese hueso".
"Lo censurable", continuó hablando el amigo, "es que los gerentes del gobierno adopten, en nombre del socialismo, la misma conducta. El muy rentable negocio de la banca y las comunicaciones, bajo el control del gobierno, por razones obvias no puede proceder con la misma óptica de los capitalistas".
Y agregó que está bien que se procure incorporar la tecnología que favorece a quienes están consustanciadas con ella y les favorece en determinadas circunstancias. Pero es malo que le incomoden la vida o le hagan casi irresoluble a una buena parte de la población que no encuentra donde pagar el teléfono, sobre todo de la tercera edad, un problema que hasta hace poco le era sencillo. Como es muy malo, que la "empresa social o del Estado", para llamarla así y no como no es, copie los procederes del capitalismo. Que no es más que el actuar en función de la ganancia, bajo la mascarada que se trata de progreso y modernidad y no es otra cosa que un intento de obtener la mayor renta posible, sin contribuir con el empleo, asunto que debería ser de vital importancia, por encima de la ganancia extrema, para quienes se autodefinen como socialistas.
Luego dijo con énfasis: "Esas vainas que ahora hace el gobierno mismo, como CANTV de exhortar a la gente a hablar bastante por teléfono para que consuma por demás, de no ofrecer todas las alternativas posibles, como la de incrementar el empleo ampliando el servicio por taquilla sin dejar de incorporar los medios tecnológicos sofisticados para el público que lo demanda, son las mismas que siempre criticamos por neoliberales y sólo dirigidas a garantizar el beneficio del inversionista".
-"Le joden tanto la vida a uno", dijo bastante bravo mi amigo, "que ya para pedir un Estado de cuenta al banco, hay que hacerlo por Internet y aparte de las dificultades que eso implica para mí, la tarjeta de débito de uno de los bancos del Estado que me fue asignada, sin la cual no puedo hacer esas gestiones, está bloqueada, porque por más que intento, siempre quien me atiende, sea una persona o una máquina, encuentra motivos para rasparme y dejarme con el bate al hombro".
Cuando terminó de hablar, como para que no se siguiera alterando y no le fuese a subir la tensión, le confesé:
-"Hermano, en todo caso no te angusties. Lo que a ti te pasa, también a mí me sucede. Estoy esperando que de un momento a otro me corten el teléfono e internet. Lo que es peor, si voy al banco a sacar dinero debe ser una cantidad tan elevada que casi nunca tengo y el cajero no me atiende porque la tarjeta de débito por la cual me pagan la pensión de jubilado, como la tuya y por las mismas razones, también está bloqueada".
No obstante, cuando me despedí de él, siguió sereno haciendo su larga cola para adquirir papel, aprovechando que ese día, por la cifra terminal de su cédula le correspondía; no sé si como a mí, al llegar a la punta de la cola, lo que buscaba se había agotado.