Los problemas del desarrollo agrícola son los propios del desarrollo nacional, sin embargo existen particularidades que han sido y son los nudos críticos que sin desatarlos cada vez pueden apretar más y más hasta inclusive llegar a asfixiar hasta ocasionar el colapso total de la economía. En diferentes colectivos populares e inclusive en ambientes académicos donde se ha investigado la situación de algunas instituciones públicas, se ha llegado a algunas conclusiones que reflejan problemas importantes que impactan el desarrollo agrícola del país. Una de las más notables conclusiones revelan que la falta de eficiencia y calidad de la gestión pública agraria es en sí mismo un nudo crítico a resolver que se expresa en diferentes aspectos tales como:
1. Desintegración de la direccionalidad de la gerencia de las diferentes instituciones del sector. Este problema existe a pesar de la vigencia de un decreto del Comandante Chávez obligante de la integración institucional para planificar y armónicamente ejecutar los proyectos agrarios en cada estado del país.
2. Gran debilidad de la operatividad de las dependencias y de los funcionarios de las diferentes instituciones en gran medida por la falta de seguimiento de la gestión pública, limitando la actuación a las medidas de arranque palideciendo paulatinamente la presencia de los técnicos en las actividades de campo.
3. En algunas instituciones se observa una parálisis total a la espera de decisiones de la alta gerencia, que no termina de aplicar ni una, ni dos y menos las 3 R.
4. La perspectiva territorial para encarar los proyectos no se refleja en la actuación de algunos gerentes de las instituciones limitándose a reproducir los viejos esquemas de trabajo dejando así desasistidas a las comunidades organizadas.
5. El estilo de dirección no cónsono con los principios revolucionarios ha fortalecido la tendencia caracterizada por el despotismo, la ineficiencia y el no cumplimiento con los lineamientos del Plan de la Patria.
6. Poca o ninguna vinculación con los Consejos Comunales y Comunas haciendo que la planificación de algunas instituciones no sea participativa y socialmente pertinente.
7. Aislamiento de las instituciones académicas y de investigación distanciando la posibilidad de participar en la construcción social del conocimiento que es una condición vital para la construcción del socialismo bolivariano.
Ante estos y otros factores que reflejan parte de la situación de algunas instituciones del sector agrario es fundamental también recordar que si en algo hemos avanzado en la revolución bolivariana es en las definiciones estratégicas para lograr que Venezuela sea una potencia agrícola para hacernos un país soberano y seguro en materia de alimentos. Tenemos claras definiciones y mandatos constitucionales en esta materia, así como también lineamientos precisos y claros “como la luna llena” establecidos en el Plan de la Patria; es más, tenemos la Ley de Tierras que hacen posible la acción concreta para la transformación del campo venezolano y además la Gran Misión Venezuela que entre sus objetivos enfrenta los problemas puntuales de la producción agraria.
¿Y entonces? Es un desafío y una responsabilidad que toca el corazón, lo moral y lo patriótico sobre quienes cae el peso de la gestión agrícola en cada Estado para desatar los nudos que frenan el desarrollo de las fuerzas productivas que tanta falta nos hace en estos momentos de guerra económica, acaparamiento, especulación y amenaza imperial.
s.c 6.04.15