En reiteradas ocasiones el gobierno español ha realizado declaraciones y señalamientos, los cuales tienen como objetivo la injerencia descarada en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela, realizando agresiones sistemáticas y reiterativas contra el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro y el proceso bolivariano.
Es necesario recordar que fuera de todos los márgenes del Derecho Internacional y de los principios de no intervención en los asuntos internos, el parlamento español, aprobó el pasado 14 de abril una resolución en apoyo a la liberación de los políticos presos Leopoldo López y Antonio Ledezma los cuales, cabe destacar no están siendo juzgados por tener una postura ideológica distinta, si no por incurrir en hechos delictivos entre los que destacan: la incitación al asesinato de 43 venezolanos y el apoyo a las guarimbas catalogadas como actos terroristas, además de participar en planes conspirativos para derrocar el gobierno constitucional del Presidente Maduro con apoyo extranjero.
El Gobierno español ha tenido como objetivo desde la llegada del Comandante Hugo Chávez al poder por medios de críticas sin argumentos, el desmeritar a la democracia participativa y protagónica del proceso bolivariano, además de atacar a las instituciones del Estado, sin tomar en cuenta el escenario de crisis económica y derechos humanos en la cual se encuentra inmersa España y que debería ser atendido con responsabilidad por sus autoridades.
En un acto de arbitrariedad e irrespeto a la soberanía y a las instituciones del Estado venezolano, el expresidente de España Felipe González quien fue buen "amigo" del expresidente Carlos Andrés Pérez, se adjudicó el derecho de defender a los políticos presos Leopoldo López y Ledezma, violando de manera flagrante la Constitución de nuestro país y el marco legal en cuanto a materia judicial se refiere.
Es evidente, que este tipo de actos van en la misma línea de la injerencia imperialista norteamericana, la cual reiteradamente busca atacar al Gobierno de Venezuela desde hace años, quedando demostrado recientemente con la Orden Ejecutiva firmada por el presidente de ese país, Barack Obama, que calificó a Venezuela como una "amenaza extraordinaria e inusual" para la seguridad nacional y política exterior de su país.
Como dato importante se debe conocer que Felipe Calderón encara la campaña en contra del Gobierno de Nicolás Maduro que ha emprendido el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular, del cual es Presidente José María Aznar, esto quedó demostrado en las sanciones a nuestro país aprobadas por el parlamento español por las supuestas violaciones de derechos humanos a la población venezolana.
Desde que González hizo el anuncio de la defensa de estos políticos presos, José Manuel García Margallo, ministro español de Asuntos Exteriores, felicito la decisión, siendo este un claro apoyo del Gobierno español a la conspiración contra la democracia venezolana, tal como lo hizo en 2002, durante el gobierno de Aznar, cuando se suscitó el golpe de Estado en contra del entonces presidente Hugo Chávez.
Cabe destacar que el día 06 de mayo en el marco de la firma del contrato colectivo de los y las trabajadoras de la CANTV, el Presidente Nicolás Maduro denuncio de manera tajante los planes que tiene el gobierno de España junto a la oligarquía de ese país, de agredir a nuestro país todo esto con el fin de influir en las elecciones generales a realizarse el próximo 25 de mayo en la mencionada nación.
El análisis sobre esta situación está centrado en el próximo proceso electoral español, en el cual con las agresiones hacia nuestro país, se busca colocar a Venezuela en el centro del debate electoral, en una campaña que necesita desacreditar a los gobiernos que están en contra del régimen de violación de derechos humanos y seguridad social que actualmente Rajoy impone al hermano pueblo español.
