Ya nos mostramos preocupados por las emisiones[1] de billetes y monedas de colección practicadas, tal vez, atávicamente, con mucha frecuencia por el Banco Central de Venezuela (BCV), tanto el de ayer en manos puntofijistas, como hoy. A tal efecto véase el siguiente link.
Esta vez, quedamos boquiabiertos con el negocito que a todas luces representan tales EMISIONES. El pueblo debería estar mejor empapado de esos movimientos patrimoniales del BCV, de esas lucrativas actividades paralelas que obviamente no son para pendejos. Creemos que sus honorables directivos actuales sabrán darle una explicación razonable y bolivariana a este pueblo que sabe esperar, llorar, hacer colas y coplitas, y por ahora calarse todos los posibles abusos de connotados poderosos auxiliados por remanentes burocratistas que esta revolución todavía no logra extirpar.
Tenemos problemas más graves, lo sabemos, pero no por ello debemos descuidar algunos que a están y suelen pasar inadvertidos por el grueso del pueblo bolivariano, ya que los pillos de toda uña saben pescar en ríos revueltos. Una mayor y oportuna divulgación de esas emisiones no sería ni malo.
[1] Aprovechamos para aclarar que esa entrega fue colgada con una grave imprecisión: Para su título, léase EMISIONES y no omisiones
