Pildoritas 79 (año VIII)

Boicot

La verdad es que ya no se sabe qué explicación dar a quien, a sabiendas de que uno está resteado con la Revolución, la real, la auténtica, la que nos legó Chávez, le pregunta cuál es la razón, para dar un solo ejemplo por la que los huevos, alimento casi que indispensable en la dieta diaria del venezolano, al menos aquí en el Táchira ya está rondando en SEISCIENTOS BOLIVARES el cartón de 30 unidades.

Uno trata infructuosamente de explicar que no es culpa del gobierno, a sabiendas de que si la responsabilidad constitucionalmente es compartida, en todo lo que implica el desenvolvimiento de la sociedad y sus determinaciones, es el gobierno quien en primer lugar debe establecer estrategias que permitan, en una coyuntura como la que vivimos actualmente y que bien se ha dado en denominar "guerra económica", el pueblo sienta que hay autoridad, que va a generar iniciativas, pero que también va a a respaldar y a colocarse al lado de los débiles económicos que somos los consumidores, cuando por ejemplo comprendamos que es necesario tomar acciones para defendernos del atraco a que estamos sometidos con el alza indiscriminada, no autorizada, unilateral de los oferentes de los productos, es decir para no dejarnos robar y actuar en una especie de defensa propia, pues lo que nos afecta el bolsillo y el estómago no es otra cosa distinta que un atentado a la vida, a la salud, que a mediano y largo plazo se va a reflejar en el desarrollo incluso, sobre todo en los niños, de hogares que, hay que aceptar, son muy numerosos, que no pueden accesar como antes de esta guerra a los alimentos, las medicinas, la ropa, el calzado y todo lo necesario para subsistir con cierta holgura.

Ahorrarse unos centavitos como antes de esta guerra, ni pensarlo, pues la anarquía que se ha desatado en la cual cada quien que posee un bien para comerciarlo u ofrece un servicio, le coloca el precio que le viene en gana, como ha sucedido aquí en el Táchira, por ejemplo con el pasaje al cual de buenas a primeras le aumentaron el 50 por ciento.

En otras oportunidades me he referido a la necesidad de que sea desde el pueblo, que es quien a la final paga los platos rotos de las acciones malignas de la derecha, que como bien sabemos domina, no solo los medios de producción y las cadenas de distribución, sino además las importaciones, algo inexplicable porque es como si en una guerra convencional, todas las armas que en verdad hacen mella y matan, estuviesen en manos de uno solo de los contendientes, mientras que el otro solo contase con un discurso, el respaldo de la razón y de las leyes, en ese caso no hay que esforzarse mucho para saber quién sería el triunfador, es lo que está sucediendo, tenemos un desequilibrio evidente en esta lucha, nos sentimos acorralados e indefensos, cuando casi que interdiariamente los precios se modifican hacia arriba, especialmente en los productos perecederos de primera necesidad, para los cuales la regulación establecida en Gaceta no opera, porque quienes los comercian se han declarado en rebeldía y flagrantemente violan todas las normativas.

El más claro ejemplo es el de los huevos, las carnes (res, cochino, aves y pescado) así como verduras, suben escandalosamente sin que nadie mueva un dedo por evitarlo, no se establece una fórmula que permita que en cada establecimiento, se destaque un funcionario oficial, de nómina o voluntario, que haga cumplir las providencias sobre precios, que existen pero pisoteadas y burladas por todo el mundo o que sea el gobierno quien llame y las organizaciones de base, de mujeres (UNAMUJER), de estudiantes (OBE), las UBCH, los colectivos, los sindicatos bolivarianos etc., con Alcaldes, concejales, diputados al frente conformen escuadrones populares que frente a los establecimientos de todo tipo, llámense expendios de alimentos, medicamentos, útiles de limpieza, ferreterías, venta de repuestos etc., se planten para BOICOTEAR, la venta de productos perecederos y no permitir la venta de los no perecederos, hasta tanto se logre frenar la terrible y abusiva especulación, que ya se ha instituido como una cultura de parte de quienes pretenden enriquecerse a la mayor brevedad y de la que quieren excusarse con simplemente dar como argumento que "ellos compran caro y por eso venden caro", como si no tuvieran el derecho y la obligación de exigirle a quienes les sirven de proveedores que respeten los márgenes oficiales de ganancias, pues al no hacerlo como está sucediendo, somos los consumidores finales quienes estamos sufriendo todas las consecuencias de una guerra perfectamente organizada a la que se le están sumando muchos, que aun sin hacerlo conscientes de que están indirectamente ayudando a la desestabilización, lo hacen porque están viendo como sus arcas se llenan muy rápidamente con ganancias impensables, apenas hace unos dos años atrás, y entonces se sienten muy satisfechos y pujan porque esta guerra no termine nunca.

A esos y a los que conscientemente se han convertido en nuestros verdugos, como ganan tanto en dinero y en alimentar sus pretensiones de salir del gobierno revolucionario, no les afecta para nada ni en el bolsillo ni en el estomago, les sobra plata para pagar al precio que sea lo que quieran, pero es a la enorme mayoría, a la que verdaderamente afecta esta guerra, y es entonces, cuando se hace necesario y urgente una reacción de esa mayoría, para colocar las cosas en su sitio y los precios en su justo valor, para ello es el BOICOT, la mejor arma..

Simplemente pongámonos a pensar qué va a hacer un comerciante de carne, huevos, verduras etc., si de repente no llega nadie a comprarle constata como en las afueras de su establecimiento hay 50 o 100 mujeres, jóvenes e incluso niños que no permiten que nadie tenga acceso, no a no comprar sino a NO DEJARSE ROBAR MAS como ha sido hasta ahora y cada día de manera más descarada y cuantificada.

El BOICOT como bien sabemos ha operado en Europa, en crisis similares, con éxito, logrando resultados en beneficio de los únicas víctimas que somos los consumidores finales, las familias que día a día ven como su presupuesto se reduce hasta el punto de no poderse alimentar, vestir, etc., suficientemente y ver como sus condiciones de vida se deterioran de manera imposible de parar.

Es ahí cuando tiene por fuerza que surgir desde el mismo pueblo, una acción contundente que frene de una vez por todas la irracionalidad y el descaro, como armas letales que están minando, incluso la psiquis de gran número de venezolanos, que sin tener velas en el entierro, somos quienes estamos asumiendo el mayor porcentaje de consecuencias nefastas de la guerra económica, muy bien planificada, con muchísimo dinero y concebida como la manera más efectiva para derrotar por una vía distinta a la electoral la alternativa revolucionaria.- .

Entonces a BOICOTEAR se ha dicho, a oficializar el BOICOT, que sea el gobierno quien tome la iniciativa y lo autorice, lo aúpe y le brinde a sus operadores toda la seguridad y protección para que por fin se sienta que la Revolución, tiene fuerza propia para dar al traste con esta cuerda de criminales, de nuevo cuño, que nos quieren matar de hambre y llevarnos a una desesperación tal, que bien podría convertirse en una especie de haraquiri para la vida de un proceso que apenas comienza y que enfrenta una de sus pruebas más difíciles, pero no imposible de vencer, si todos participamos haciendo gala de la corresponsabilidad a la que nos obliga nuestra Carta magna.

De otra manera, y lo digo con toda responsabilidad, no hay que descartar otra salida, a la que llegan a veces los pueblos, de lo cual tendríamos que arrepentirnos por muchos años, por haber tomado a tiempo medidas heroicas paridas de las entrañas del pueblo.-

Hay ejemplos en la historia….

 

 



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Saúl Molina


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