Tierra de mucha agua significa la palabra Guayana en lenguaje indígena amerindio. El nombre Esequibo proviene del Río Esequibo, que a su vez se deriva del apellido de Juan de Esquivel, que en tiempo de la colonia recorre el río. En 1713 España y Gran Bretaña firman el Tratado de Utrecht, por el cual la Gran Bretaña se compromete a respetar los territorios españoles ocupados en América. En 1796 la colonia holandesa de Guayana, Guayana Holandesa, es tomada por los ingleses que años atrás habían iniciado la introducción masiva de esclavos y necesitaban un territorio como sitio de primera llegada para luego transportarlos a sus plantaciones en otras regiones. En 1819 Venezuela en el Congreso de Angostura se incorpora a la Nueva Granada, para formar la República de Colombia, y allí se reafirma como la frontera oriental venezolana el curso del Río Esequibo.
Tres años después, 1822, Venezuela se ve obligada a protestar las continuas invasiones de colonos ingleses a territorio venezolano, y ante la insistencia por parte de Venezuela se constituye un Tribunal Arbitral en París. En 1899 ese Tribunal dicta una sentencia legalizando el despojo a Venezuela por parte de Inglaterra de una extensión de tierra de nada menos que 159.500 Km2., pero de casualidad este despojo de los ingleses no llega hasta las mismas riberas del Orinoco como era sus pretensiones. A este Tribunal Arbitral los venezolanos no tuvieron acceso, si no que se nombran en su nombre a 2 representantes de EEUU., amigos de los ingleses; de allí sale lo que se conoce como Laudo Arbitral de París de 1899. De inmediato nuestro país tímidamente comenzó una lucha contra esa injusticia, así como ha sucedido con otros países vecinos, quedando esto evidenciado matemáticamente al comparar la superficie de 2.450.000 kilómetros cuadrados que inicialmente poseía Venezuela a los 912.050 kilómetros cuadrados de hoy día, es decir, que Venezuela ha perdido alrededor de 1.500.000 (un millón y medio) de kilómetros cuadrados de territorio, casi una mitad de su extensión original; si contáramos también la pérdida definitiva del territorio Esequibo.
Sin duda alguna que fue la política imperial-colonialista de Inglaterra, que comenzó durante el siglo XIX a ocupar el vasto territorio Guayanés, estableciendo colonos y tropas terrestres, publicando mapas y cartas oficiales con el territorio incorporado, sin tomar para nada en cuenta las protestas venezolanas con irrefutables argumentos documentales, históricos y jurídicos, sin embargo fue la irresponsabilidad de los gobernantes del Estado Venezolano y los grupos e individualidades dirigentes del país que permitieron graciosamente la usurpación.
En Febrero de 1966 se firma el Tratado de Ginebra en el cual los ingleses anuncian la próxima Independencia de la Guayana Británica, dejando pendiente el problema del reclamado territorio esequibo, reconocimiento tácito de la nulidad del Laudo arbitral de París de 1899, y en vez de Venezuela aprovechar esta declaración tan trascendental, espasmódicamente hace la reclamación de su territorio y cuando por fin ya se veía una posibilidad para su devolución, en 1970 se firma el Protocolo de Puerto España en el cual se estipula suspender las discusiones de reclamación por 12 años y así sucede aunque el documento no es ratificado por el Congreso Nacional venezolano. El texto del Protocolo se cumple al pie de la letra, hasta que en 1982 Venezuela decide no prorrogarlo y el caso entonces es referido al Secretario General de las Naciones Unidas. Estimado lector, fíjese la irresponsabilidad política del puntofijismo que teniendo la confesión de Inglaterra de que reconoce que el Laudo de 1899 es nulo de toda nulidad, lo cual significa que si admite que la frontera de Venezuela llega hasta el Río Esequibo, el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera tiene la cachaza de suspender las conversaciones por 12 años, tiempo más que suficiente para que la ahora Guyana, antes Guayana Británica, se aferre al territorio usurpado a Venezuela por el Imperio Inglés.
