Lúcido, brillante, con un extraordinario sentido de oportunidad, así es Régulo Portillo, un insuperable funcionario, que ayer fue un artista afamado de los canales que hoy critica porque ha decidido de un día para otro, que después de haber visto 15 años de gobierno del Presidente Chávez y despreciarlo, asumir que Maduro si reivindica el verdadero sentido de la lucha revolucionaria y socialista, e incluso, lo hace mejor que el mismísimo Chávez, y por ello se sumó a su campaña electoral en un momento tan difícil, a pesar de algunos que dijeron que esos que se estaban arrimando, eran sumás que no sumaban nada.
Régulo Portillo, habilidoso como ninguno, encabeza un club de afamados artistas que hoy se ufanan de tener una gran influencia gubernamental, y sin complejos de ponerse "rodilla en tierra" son objeto de "envidia mal sana" por aquellos "resentidos" que no pueden reconocer que su gran labor en favor de la patria y del chavismo merece poder disfrutar de un tranquilo mercado en alguna buena tienda de Aruba o Curazao, gastando los dólares que de manera "honorable" han ganado para poder evitar la cola que los venezolanos honestos hacen para comprar productos básicos, porque ese tiempo ahorrado será para seguir luchando "porque tengamos patria".
Sin embargo comenta Régulo Portillo, que a pesar de todo el apoyo del gobierno para disponer de ese valioso tiempo para seguir luchando por la patria, hay venezolanos inmisericordes que con mucha envidia señalan a este selecto grupo, como si los reales que se gastan en Aruba y Curazao, gracias a algunas colitas que le dan buenos amigos, fuesen parte de la renta petrolera y no del "esfuerzo" que por años de trabajo han acumulado.
Dice Régulo Portillo, que hay abusadores en Venezuela que no comprenden lo necesario que es que ellos puedan vivir bien siendo funcionarios públicos, mientras el resto del pueblo hace cola cuando puede, porque ya ni para medicinas básicas es necesario hoy hacer cola, porque no existen estos productos en el país. Dice Régulo, que incluso ellos hacen labor socialista cuando un amigo se entera que cada quince días ellos van a Aruba o Curazao, y les pide que le lleven la pastilla que ellos no consiguen en el país, así que, molesto, Régulo Portillo asume tener toda la moral para decirle a los que los critican, que son pagados por la CIA, contrarrevolucionarios, quintacolumnas, guerreros del teclado, envidiosos y todos esos epítetos que han aprendido a usar tan efectivamente en estos dos últimos años desde el poder.
Sin embargo, Régulo reconoce algo, que me comenta ha discutido en profundidad con sus amigos, que a diferencia de él prefieren llamarse maduristas, y es la posibilidad de desmentir todo lo que se afirma echándole la culpa a unos drones del Mossad, que tan inteligentemente sirvieron como excusa para que otro, tan igual a ellos, pero que no compra en Aruba o Curazao directamente porque le da pena, pudiese mantenerse en pantalla, a pesar del ventilador que prendió y que después no aceptó, conviertiéndose en un cobarde que hoy la mayoría del pueblo desprecia.
En todo caso, confiado como siempre lo ha sido, Régulo Portillo, sigue firme, defendiendo a Maduro y la revolución, desde Aruba, con su alacena llena, y lamentando que el resto de los venezolanos, envidiosos, no puedan estar como él, rodilla en tierra.
Nota: Régulo Portillo es un personaje ficticio, y la narrativa de sus afirmaciones es imaginaria, pero el perfil del personaje, evidentemente fue inspirado en Roberto Mezzuti y Winston Vallenilla, o si ustedes lo desean, podrán colocar cualquier otro nombre que crean conveniente, de la cúpula del gobierno u oposición que cumpla el perfil de Régulo Portillo.
Artículo originalmente publicado en www.elestimulo.com
