Comenzando el mes de mayo de 1812, el general Francisco de Miranda designa al joven coronel Simón Bolívar, comandante político y militar de Puerto Cabello, atravesaba la ciudad-puerto los avatares de la guerra que se había iniciado el año anterior pocos días después de la declaración de la independencia venezolana y que tuvo a Valencia como centro importante de resistencia contra la República en ciernes.
Entre los asuntos a atender estaba el abastecimiento alimentario de la población y enseguida Bolívar impartió las instrucciones siguientes:
"La suma escasez a que se ve reducido este pueblo exige por todos los medios posibles se le proporcionen víveres para su subsistencia; uno de ellos es buscar sujetos, a quienes comisionareis por la costa y pueblos inmediatos con el objeto de traer cuanto encuentren para estos fines; contando para ello con los auxilios de tropa que sean necesarios, franqueándoles los fondos suficientes" (1)
"Todos y cualesquiera de los habitantes de la comarca que gusten venir a esta ciudad con sus frutos y ganados comestibles, pueden traerlos libremente bajo el salvoconducto y seguridad que de buena fe les da el Gobierno…" (2)
"A la mayor brevedad os serviréis mandar hacer doce chinchorros para pescar, que es uno de los medios de alejar la escasez y hambre que sufre este pueblo" (3)
Al año siguiente en el mes de septiembre de nuevo Bolívar se encuentra en Puerto Cabello, después de una vigorosa campaña que lo trajo desde la Nueva Granada, donde había estado combatiendo contra los realistas, después de los graves sucesos que le obligaron a irse de Venezuela: la pérdida de Puerto Cabello, la Capitulación de Miranda, y la caída de la I República. Con el grado de Brigadier de la Unión y General en Jefe del Ejército Libertador de Venezuela, ésta vez se plantaba como sitiador de la Plaza, allí enfrentaba un tema que siempre lo mantuvo alerta: la corrupción, con tal motivo para sancionar algunos descarríos emitió un decreto ley que contemplaba juicios sumarios, y pena de muerte a los reos y a los jueces blandengues (4)
Las revoluciones son profundas respuestas de las sociedades a un sistema de elementos que históricamente requieren cambios, y que conlleva a su vez a intensos desajustes, cuyas respuestas generalmente no son pacíficas de parte de los sectores que se niegan a los cambios y que realizan todas las estrategias y acciones posibles para impedirlo. La guerra surge entonces, como una solución al conflicto político; y en el desarrollo de la contienda, se ejecutan acciones tales como: los Cercos, Sitios, Bloqueos, para rendir al enemigo por la escasez de pertrechos bélicos, alimentos y bienes necesarios para la vida y esto ha ocurrido y ocurre atendiendo sus particulares características en cualquier lugar y tiempo histórico.
Entre los años 1800 y 1816, se estimaba la población venezolana en 800.000 habitantes (Humboldt, Depons, Lavaysse, Hall, Restrepo, Domingo Díaz) (5) y su economía se sustentaba en la agricultura y la cría, algunos rubros para la exportación y con una actividad importadora muy reducida orientada en lo fundamental para una elite privilegiada. En consecuencia la escasez de bienes básicos para sostener a la población, con la que se topó Bolívar en Puerto Cabello, antes de cumplirse el primer año del proceso independentista tuvo que ver más con los miedos entre los productores, estimulados por la propaganda realista, que por la verdadera situación económica de la República que luchaba por construirse.
Hay numerosos ejemplos en la historia de: Sitios, Cercos y Bloqueos, el caso de Troya, que duró varios años, y que generó copiosa literatura; la batalla de las Horcas Caudinas, donde la tribu itálica de los Samnitas el año 321 A.C, cercó en un valle, y derrotó por hambre a las poderosas legiones romanas; los sitios a los Castillos en el Medievo europeo.
En el siglo XX, también hemos pasado por esas circunstancias, así ocurrió con el Sitio impuesto por los nazis a Stalingrado(23/08/42-02/02/43),en la II Guerra Mundial donde se cuenta que hasta las pieles depositadas para las curtiembres pasaron a las ollas de alimentación. Se estiman en dos millones las bajas entre militares y civiles y ha sido considerada la batalla más sangrienta en la historia de la humanidad.
El 7 de mayo de 1954, después de un asedio de 55 días cae la poderosa guarnición francesa de Dien Bien Phu, ante el empuje heroico del pueblo vietnamita dirigido por Vo Nguyen Giap y Ho Chi Minh. Esta guarnición fue abastecida durante todo el asedio por vía aérea, sin embargo no pudieron evitar el triunfo del ejército popular sobre las fuerzas imperialistas. (6)
En la segunda mitad del Siglo XX, y en lo que va del siglo XXI, la nación cubana ha sido bloqueada por los Estados unidos de Norteamérica, con el apoyo de sus aliados europeos y el Ministerio de las colonias (OEA), salvo escasas y honrosas excepciones. Ha sido un cerco agresivo donde se han implementado variadas formas de intervención, que hasta ahora no han logrado amilanar al pueblo y gobierno cubano,
Los venezolanos en lo que va de este siglo XXI, estamos sufriendo las consecuencias político-económicas a un planteamiento liderado por el Presidente Chávez, continuando el pensamiento bolivariano de construir una nación verdaderamente independiente y Soberana. Las fuerzas coaligadas de la derecha venezolana y sus aliados estadounidenses y europeos, se han opuesto y se oponen por todos los medios a estas aspiraciones nacionalistas que incorpora como posibilidad futura un salto cualitativo a una sociedad socialista.
Venezuela se ha sustentado durante largas décadas en la renta petrolera; a pesar de que unas cuantas voces han señalado esto como una debilidad en nuestro quehacer económico, sin embargo han prevalecido los intereses transnacionales, sus socios nativos y los que piensan como ellos. Hoy ante la crisis capitalista mundial asociada a la energía, pasamos los venezolanos a ocupar un rol protagónico por la cuantía de nuestra riqueza en hidrocarburos, biodiversidad y localización geográfica estratégica en el hemisferio occidental.
La guerra, entonces, en cualquiera de sus formas, ha ocupado y ocupará el tiempo de los que codician la riqueza nacional; y nadie puede asegurar que pretendan cesar en sus acciones. Las guerras como sabemos son eventos para resolver contradicciones políticas irreversibles que siempre serán dolorosas. A sabiendas de todo esto lo que nos queda en el medio de las dificultades es mucho debate, para la comprensión de nuestra realidad y organizarnos para las respuestas necesarias. Por supuesto que puede resultar sencillo para un modesto escribidor decir estas cosas; pero es una obligación ciudadana expresarse, opinar y recordar que el liderazgo de la nación ha asumido un reto ante la historia, y esta es dura, e inclemente cuando se trata de exigir responsabilidades.
Le guste o no a la derecha, aquí se le abrieron las esperanzas de redención a importantes sectores poblacionales, que va a ser difícil reducirlos a su antigua condición de espectadores pasivos, igualmente en el área internacional cada vez entendemos más que el planeta es una pertenencia de la humanidad, que lo que ocurra en cualquier lugar para bien o para mal forma parte de nuestro interés.
El Libertador Simón Bolívar, nos dejó un amplio testimonio escrito, de su rica, compleja y larga experiencia en función de la independencia de la Patria. Este gran humanista que no dudó en tomar las armas para la liberación nacional, ha sido un factor multiplicador que ha prendido en los mejores espíritus de la nación venezolana y en la patria nuestra americana. ¡HONOR Y GLORIA EN EL ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO!
LA REVOLUCION ES CULTURAL
Rafael Castro
(1, 2,3) Bolívar, Simón/a los Ministros de las Cajas Nacionales/14 y 15 de mayo, y 20 de junio de 1812/ en Cartas del Libertador, Tomo VIII (1802-1829) págs., 11, 12,13/Banco de Venezuela/ Fundación Vicente Lecuna, Caracas 1970.
(4) Bolívar, Simón/Contra los Defraudadores de la Renta del Tabaco/En Doctrina del Libertador/Págs., 30,31/Fundación Biblioteca Ayacucho y Banco Central de Venezuela, Caracas 2009.
(5) Rodríguez Campos, Manuel/la Libranza del Sudor/Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia/p, 23/Caracas 1989
(6) Giap, Vo Nguyen/La cita de la Historia/Monte Ávila Editores Latinoamericanos, Caracas 2009.