En la ciudad de Caracas, mediados por un bicentenario de combates y esperanzas, dos grandes seres humanos cierran campañas admirables, orientadas a conquistar la independencia, a vencer los coloniajes de los imperios, español y estadounidense, y a asegurar la libertad y la Patria soberana para el pueblo de Venezuela.
Simón Bolívar, el 6 de agosto de 1813 y Hugo Chávez, el 4 de octubre de 2012. Ambos en Caracas. El caraqueño Libertador del siglo 18, refiere estos hechos expresando: "A mi adorada ciudad natal llegué el día 6 de agosto. Tenía yo 30 años. Y ya todo el pueblo sabía que mi ejército había venido venciendo de población en población. Los realistas de Caracas, encargados del Poder Civil y Militar abandonan la ciudad precipitadamente y se esconden en La Guaira. Luego, en 14 barcos se van hacia Curazao".
Casi 200 años después, el barinés Libertador del siglo 21, asentado en la ciudad de Caracas como centro del poder político, militar y económico de Venezuela, expresa, el 4 de octubre de 2012, al cierre de la admirable campaña electoral que le llevaría a la última de sus victorias políticas, en vida, "Va a ser una gran victoria la victoria bolivariana, la victoria popular, pero eso tenemos que lograrlo con los votos. Desde muy temprano les repito, el toque de Diana ¿a qué hora es? ¿A las cuatro? ¡No! ¿A las tres de la mañana? Un buen café, un chocolate, un desayuno y todos a votar por el futuro, a votar por la vida, a votar por Chávez".
Este 24 de julio, al cumpleañero Simón lo celebramos a 232 años de su nacimiento, en 1783. Entre tanto, este 28 de julio, al cumpleañero Hugo lo celebramos a 61 años de su nacimiento, en 1954. Dos fechas, dos proclamas admirables, dos infatigables esperanzas de libertad, independencia y patria, que nuestro Comandante Supremo llamó, con nombre propio, Patria socialista.
Ambos cumpleañeros, de espíritus románticos y marchas heroicas, epopéyicas y tangibles, juraron ante sus dioses y la patria, no dar descanso a sus brazos ni reposo a sus almas, hasta no alcanzar la destrucción de las cadenas que nos han atado a los yugos imperiales, de España primero y de Estados Unidos en el presente. Ellos, con sus ejemplos a seguir, siguen acompañando las causas libertarias y liberadoras que han de conducirnos a la definitiva independencia.
El mejor regalo que las patriotas y los patriotas podemos ofrecer hoy a nuestros consecuentes libertadores, es contribuir a llevar hasta su fiel cumplimiento, la promesa de vencer por la causa de la humanidad. Admirable tierra de libertadores, en Caracas y para el mundo celebramos las esperanzas, las convicciones y las luchas de nuestro Simón y nuestro Hugo, referencias infatigables de Revolución Bolivariana y Chavista.