Cómo darle un paráo a las indebidas subas de precio al detal. Tres medidas concomitantes

Cuando decimos que el pueblo tiene la razón es porque dentro de él alguien acierta con la solución de aquellos problemas donde la ortodoxia de los políticos y consejeros de confianza suelen fracasar.

Las subas incesantes de los precios actuales discurren así: El detallista sube los precios porque sus materias primas e inventarios le suben de precio de parte de sus proveedores inmediatos; estos hacen otro tanto por las mismas razones, y así hasta llegar al mayorista principal o la fábrica que inicia dichas alzas.

Es pues, en los grandes depósitos y fábricas de bienes intermedios y terminados para el consumo final donde tiene el Estado que dirigir sus controles de parte de la Superintendencia.

Mientras sigamos visitando detallistas, desde pequeños bodegueros hasta supermercados, tal tarea resulta inabarcable e interminable, Son demasiados los esfuerzos y muy tardía la acción correctiva estatal. Sólo debería sancionarse aquellos que no emitan facturas detalladas de cada artículo vendido.

En cambio, si la Superintendencia y la Guardia Nacional visitan las fábricas y analizan las facturas de despacho de los mayoristas principales, allí hallarán el foco de las especulativas elevaciones de precios, de los acaparamientos, de las reducciones en el aprovechamiento de la capacidad de producción instalada.

Mal puede seguirse castigando a los detallistas. Las relaciones de venta deben coincidir con las de los mayoristas por lo que cualquiera discrepancia respondería a acaparamientos o a contrabando de extracción no facturado.

En cuanto a las colas, es necesario que el Estado instale canales de detalleo vial con camionetas que sigan la misma ruta que tienen los actuales mayoristas, los principales, como la de la firma Mendoza. Estos canales de distribución no sólo cortarán las subas de precios, sino que darían empleo a miles de nuevos trabajadores acreditados como del pueblo y con suficientes avales de estar comprometidos con el presente proceso de cambios y los detallistas de la burguesía irían perdiendo mercado.

Serían 3 medidas concomitantes: 1.- Merma de la persecución de los detallistas; 2.-freno a las alzas indebidas a boca de fábrica y de mayoreo, y 3.- incremento de la sustitución del comercio burgués por distribuidores populares.



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Manuel C. Martínez


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