Al anunciar su candidatura, Teodoro Petkoff se le ha declarado en rebeldía al Imperio. Es sabido que Washington no autoriza ninguna candidatura, pues la línea de Bush es la estampida electoral, buscando la posición adelantada del rrrÉgimen, que desenmascara así su condición dictatorial, ante la comunidad internacional, es decir, el capitalismo.
Esta candidatura viene a llenar el vacío de la izquierda delicada, la que no duerme cuando le ponen una lenteja bajo los siete colchones, como la princesa aquella. Una izquierda que demuestra que es de izquierda porque respalda las políticas de Bush. Una izquierda que detesta el militarismo, salvo el del régimen militar que se instauró en 2002 en la Plaza Altamira, hoy Monumento al Fracaso. O el golpe mediático-militar de abril de 2002. Una izquierda cuya mayor modernidad es despojar a los trabajadores de sus prestaciones.
En Francia hubo años ha una izquierda divina. Esa izquierda, tan inquieta, evolucionó y hoy se la llama izquierda caviar, cuya principal preocupación es la Urbanidad de Manuel Antonio Carreño, hacer la revolución sin molestar a nadie y menos aún a los ricos, como hace la izquierda cerril y montaraz de Hugo Chávez y Evo Morales, que comienza por estar dirigida por gente nada blanca.
Esa izquierda hace resistencia al rrrÉgimen libando whisky 18 años en hoteles cinco estrellas y no mediante métodos anticuados como irse a las montañas, salvo las montañas de Miami. Esa izquierda procede del Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela, donde tantas fotos se tomaron mientras otros tragaban polvo de verdad en las montañas. Ante todo no perder las formas, la elegancia y no esa forma vocinglería chabacana de la izquierda anticuada. En cambio Teodoro despliega un verbo delicado, comedido, discreto, con mohínes cortesanos de salón.
Son personas que reprochan a la izquierda atrasada el haberse quedado en reivindicaciones cutres como alfabetizar, atender la salud de modo masivo, regalar quijotes en plazas y parques. Es la que sale a hacer campaña libando quesos y vinos franceses.
Estoy seguro de que cuando Bush exija el retiro de su candidatura, Teodoro se le mantendrá en rebeldía a través de los canales privados de televisión.