Ya en mercados abiertos y de errática presentación temporal se viene vendiendo combos con los más importantes y escasos bienes. Asimismo, los Pdvales y Mercales, los Bicentenarios, etc. no deben seguir vendiendo al máximo detalleo. Esta ha sido una perversa práctica que ha estado sirviendo más al bachaquerismo y la corrupción de sus administradores y vendedores que a la gente con destino a la cual se han abierto estos centros de abastecimiento a manera de ataques frontales al enemigo de la presente especulación.
Debemos admitir que semejante práctica detallista ha sido limpiamente copiada de las bodegas de menor rango económico, o sea, supermercados oficiales que viene operando como si fueran una bodeguita de la esquina de gran capacidad para detallar, pero no para resolver el problema familiar donde suela encontrarse todos los alimentos y demás bienes de la cesta básica, salvo, claro está, aquellos que coyunturalmente fallen por acaparamiento o subproducción estacional.
Cuando le vendamos al cliente un combo, él no tendrá por qué caer en manos del bachaquero ni tener que ir todos los días a esos centros para completar su deficiente cesta de todos los días.
Nos llama la atención esos clientes madrugadores que hasta las 8 am., aprox, siguen esperando en cola hasta que lleguen los bienes que como bachaqueros revenderán a esos mismos clientes frustrados que se limitaron a comprar los pocos que el centro les ofrece hasta esa hora, clientes a quienes de muy poco les sirve, pues, su propia madrugada, ya que son colas de espera imposibles de sostener una ama de casa. Creemos por lo tanto que todos esos centros vienen operando en perfecta colusión con los enemigos de este proceso revolucionario, puesto que esas condiciones se les presentan como carne a despachar por zamuros.
