El Ministro de la Salud introdujo un método de compraventa de medicinas que nos ha lucido eficaz para garantizarle al enfermo su provisión periódica o eventual de sus correspondientes fármacos.
Con las mercancías de la cesta básica de alimentos, limpieza personal y del hogar, los centros estatales de abastecimiento de mercancías subsidiadas-dólar de baja paridad-podrían adoptar un sistema igual de compraventa. Además, los pagos bimensuales de salarios y pensiones que venimos sugiriendo para bajar la tasa de ganancia de los intermediarios inescrupulosos, darían holgura al mejor abastecimiento de los inventarios involucrados para el Registro de clientes regulares (R).
El R en cuestión recogería los hogares de los jubilados, con domicilio expreso dentro del radio de acción del centro de abastecimiento correspondiente: Pdvales, Mercales y afines. Recogería también el de los trabajadores activos con la referencia correspondiente de sus patronos.
Levantado el R, los centros de distribución ofrecerían todas las mercancías de la cesta básica a todos sus "clientes" debidamente registrados, según los inventarios abastecidos para todos los días y distribuidos según el orden cedular que hasta ahora se ha implementado. Quedan salvos los bienes escasos por razones de baja producción.
El mercado actual de los bachaqueros recibirían una importante reducción dentro del país, y la escasez que pudiera subsistir por deficiencia de fabricación la sufrirían los exportadores del contrabando. Asimismo, las largas e interminable colas de todos los días también se verían reducidas ya que las actuales se nutren de los mismos clientes que se están viendo obligados a ellas porque los actuales centros de abastecimiento sólo ofrecen uno o dos productos al día.
En cuanto las familias no jubiladas y sin patronos, ellas entrarían al R con el aval de los Consejos Comunales con competencia en los respectivos centros de abastecimientos de mercancías subsidiadas por el Estado.