No basta saber la cantidad de mercancías incautadas

A cada momento los funcionarios de nuestro gobierno revolucionario nos muestran imágenes de los miles de toneladas de alimentos y mercancías incautadas a comerciantes hambreadores del pueblo. Eso lo aplaudimos, pero eso no basta.

El Ministro Osorio y los jefes militares muestran orgullosos las victimas pero ocultan a los criminales. Queremos ver sus caras, sus nombres, nacionalidades y sobre todo los lugares de la cárceles adonde fueron enviados. Así como se hace con los violadores de menores de edad deben ser tratados estos comerciantes y bachaqueros que han sometido a sus vecinos a la más grande hambruna que hemos conocido en los últimos 50 años. Creerán algunos que exagero y para ilustrar las afirmaciones anteriores voy colocar algunos casos.

En 1965 yo era trabajador obrero raso de la cigarrería Bigott y el salario diario que me pagaban era de Bs. 24,oo. En ese tiempo: Una cerveza servida en un bar costaba Bs. 0,50 y un café servido en una panadería costaba 0,25; un pan costaba una locha y un pasaje en autobús costaba también 0,25- Ocho plátanos por un bolívar y un Kg. de queso Bs. 4.oo.

Con el salario que diariamente me pagaban yo podía adquirir: 48 cervezas, tomarme 96 cafés, comerme 192 panes, y comprar 6 Kg. de queso. Hoy en el mes de Agosto del 2015 y en la ciudad de Mérida solo puedo adquirir con el sueldo mínimo que gano como pensionado del seguro social (Bs. 247,oo): Cuatro cervezas, diez cafés, veinticuatro panes, y un cuarto de Kg. de queso blanco. Si ese ejemplo no sirve para mostrar que estoy en el camino de entrar en las estadísticas de pobreza extrema, entonces exijo una explicación. ¿A quiénes debo responsabilizar por el deterioro de mi poder adquisitivo y de mi calidad de vida?.

Según la oposición, el único responsable es Nicolás Maduro y las políticas económicas de su gobierno. Según ellos, los empresarios, comerciantes, ganaderos, industriales y banqueros no tienen la culpa de nada y más bien son unas pobres victimas de ése nefasto réeeegimen. Cuando oigo un argumento de ese tipo, no sé si reírme o llorar. ¿Qué a estas alturas del partido, alguien sostenga que quitando a Nicolás Maduro de la presidencia y llenando la Asamblea Nacional con diputados de la oposición, todos nuestros problemas de improductividad, escasez, acaparamiento, contrabando, bachaqueo y saboteo de la economía se van a acabar, es el argumento más estúpido que alguien pueda emitir y otro alguien pueda aceptar como una verdad.

Negar que tanto Chávez, como a Nicolás les ha faltado la capacidad y el coraje para decretar la "Guerra a Muerte" a estos hambreadores del pueblo y empoderar de verdad verdad al Poder Popular Organizado, para que éste haga justicia y tome en sus manos los medios de producción y distribución, es una verdad inobjetable y más cuando se habla de estar haciendo una revolución en favor de los más desposeídos. Dos ejemplos ilustran esta afirmación; el primero la no modificación del Código de Comercio vigente y el segundo la creación de una Ley de Precios Justos, apuntalando la idea de que en el Capitalismo pueda haber justicia.

El gobierno nacional se hace cómplice cuando escurre el bulto y no muestra la identidad de todos los criminales a los cuales se les incautan alimentos que han sido subsidiados con dólares preferenciales. Este es un crimen de lesa humanidad contra la población a la cual se le están violando sus derechos humanos al no poder adquirir los alimentos básicos que le sustenten. Por eso señores ministros, no hagan más cadenas mostrando cavas, almacenes, camiones cargados y toneladas de productos incautados. Eso ya me harta. Muestren también a los que hicieron posible que esos alimentos fueran desviados de sus rutas y convertidos en ilícitos. Si les tiemblas las manos para hacerlo, entonces renuncien y no sigan robando al Estado cobrando sueldos que no merecen.



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Juan Veroes


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