Continuamos dando a conocer la perseverancia, firme voluntad y coraje de Simón Bolívar, para así admirarlo más. Aquí leeremos otros peligros que nuestro héroe tuvo que sortear para salvar su vida.
En el puerto venezolano de Guiria en agosto de 1816, el general Bermúdez creyéndose desairado en su honor y enfurecido luego de una discusión tremenda atenta contra Bolívar sable en mano, deteniéndolo varios amigos de ambos; Bolívar ese día aborda un barco corsario de José Bianchi.
Ocurre el 23 de marzo de 1817 al Sur de Barcelona, Venezuela, cuando el pardo José Alemán, aupado por el general Mariño, tenía preparado un atentado contra Bolívar, esta acción es descubierta minutos antes por el Ayudante de Bolívar; coronel Francisco Vicente Parejo.
En el Rincón de los Toros, estado Guárico, Venezuela, el 16 de abril de 1818 nueve realistas dirigidos por Tomás Renovales, por orden del General Francisco de Paula Santander, irrumpen esa madrugada en el lugar en donde se encuentra Bolívar y disparan a la hamaca donde dormía, Bolívar al despertar sobresaltado sale corriendo semidesnudo a campo traviesa.
En junio de 1824 en la ciudad de Piura, Perú, Bolívar tuvo recibe una correspondencia y le comunican que desde Lima se había enviado un individuo con la misión de asesinarlo, las señas fisonómicas fueron acompañadas en la misiva, días después es detenido un sujeto con iguales características de nombre Juan Avilés y se le lleva a juicio.
En Potosí, Bolivia, en octubre de 1825, el oficial español teniente León Gandarias es detenido cuando puñal en mano intenta asesinar a Bolívar mientras duerme en el palacio que habita.
En Huamachuco, Perú, a finales de 1825 se le presenta a Bolívar un Sargento Mayor oriundo de Chile, días después se conoce, por informes recabados en contrainteligencia, que iba con intención de asesinarlo, enviado en este caso por un importante Jefe del Ejército. Bolívar se hace el desentendido y sigue tratándolo para luego destinarlo a un puesto de Comandante de armas bastante alejado y de esta manera neutralizarlo, sin llegar al escándalo, lo que en detalles comunica el caraqueño al general Manuel Antonio López.
El 28 de julio de 1826 Bolívar va al Teatro de Variedades, en Lima, en aquella ocasión se retira temprano del teatro y por ello evita ser detenido en el Palco Presidencial por unos complotistas que lo llevarían preso a un barco surto en el puerto de El Callao.
A su regreso de las Campañas bélicas del Sur, en Fontibón, ciudad situada aledaña a Bogotá, el 14 de noviembre de 1826 pudo haber ocurrido su muerte cuando un grupo de notables lo reciben con pistolas cargadas, listos para actuar si el Libertador se pronunciaba allí con propósitos centralistas, lo que por fortuna no ocurrió.