A raíz del cierre de fronteras en Táchira, se ha creado una situación de expectativa que ha alimentado las más perversas opiniones de quienes quieren ver enfrentadas a las dos naciones en conflictos y odios que no reflejan la realidad de ambas naciones.
Hace cientos de años vinieron Colombianos Patriotas que unidos por el deseo de libertad formaron el ejército Libertador de Bolívar, quien a la postre Libertó A Colombia, Venezuela y junto a ellas a Ecuador Perú, Bolivia y parte de los países del sur.
Hoy cuando las circunstancias aprovechadas por falsas amistades , unidas al paramilitarismo creado por el odio irracional de un Gobernante y junto a ello el narco tráfico , la guerrilla y los contrabandistas han llevado ambas comunidades aun un estado de ilegalidad, desajuste económico, y al desastre en nuestras relaciones salen los agoreros que buscan pescar en río revuelto a opinar sobre la frontera y sobre el cierre al que nos obliga la situación incontrolada por la ambición y la corrupción, cuando la solución es tan sencilla, es necesario retroceder hacia los principios de nuestra historia y buscar en las raíces de nuestra nacionalidad la sindéresis, que nos permita ver con claridad lo que nos afecta tanto a unos como a otros y a ambos lados de la frontera natural del Río Táchira. .
Tanto aquí, como allá hay miles de familias cuyos padres vienen del mismo árbol, de la misma tierra con las mismas costumbres, con la misma razón para vivir en paz.
Penetrados por las mafias de vagabundos, y por un nuevo modelo de ilegalidad que pone en peligro nuestra economía, vemos que al crear no se sabe con qué intereses las casas de cambio que tienen la potestad de fijar el precio de nuestra moneda , hacen de las suyas y destruyen la relación oficial peso-bolívar llevándonos a tener que ser drásticos al tomar medidas como el cierre y la solicitud de derogatoria del decreto 8 que autoriza la creación de las casas de cambio en la frontera con poder de decisión para fijar el precio del bolívar.
Razones hay; el diferencial cambiario, la falta de combustible más allá del río Táchira , el precio del combustible en Colombia, la facilidad para extraerla y llevarla hasta Cúcuta, la falta de principios y valores fundamentales de los nuestros crearon una nueva mafia bachaquera que inundó el deseo de hacer reales a como dé lugar. El desabastecimiento, la corrupción y la falta de principios nos han puesto al borde del barranco.
Menos mal que a pesar de ser antipática y casi rayando en el desprecio por la gente y sus derechos, el Gobierno ha sabido respetar el derecho ,así como nos orgullecemos de tener en nuestro territorio más de 5 millones de hermanos Colombianos a los que les hemos ofrecido casa, comida, servicios, becas, salud porque somos los mismos que al lado de nuestro Libertador conquistamos la libertad.
Aquí nació y allí murió, suficientes razones nos unen y pocas diferencias nos separan, lo que sí es cierto que teníamos la necesidad de ser drásticos para extirpar el mal de raíz y volver a la senda de nuestras vidas, similares en casi todo, costumbres, comida, y ancestros que nos piden desde el más allá la racionalidad y la calma suficiente para encontrar caminos que construimos juntos.
NO SE DEBE SER DÉBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE