El tema de la frontera coloca en su exacta dimensión las profundas contradicciones de dos modelos de sociedad, el colombiano y la revolución bolivariana venezolana, por un lado está más que evidenciado el abandono por parte de un estado, el colombiano, de esa parte de la frontera, por el otro, el concurso responsable del gobierno venezolano al hacer lo que se requiere para proteger del ataque económico de mafias a su población, compuesta en gran parte por colombianos nacionalizados. Todo esto es utilizado por el imperialismo y sus secuaces, que como Alvaro Uribe, se esmeran en introducir en territorio venezolano una práctica deleznable como es el paramilitarismo y la violencia. Obviamente que no existiera el paramilitarismo si no es un negocio rentable para las burguesías de ambos países, eso hace más compleja la situación. Allí se inicia un maridaje entre estas oligarquías; la colombiana y la venezolana que cuan apátrida se prestan para la agresión económica a la patria de Bolívar y de Chávez.
Existen suficientes elementos históricos en donde queda reflejado el odio de la oligarquía venezolana y colombiana al sueño de la Gran Colombia sostenido por el Libertador Simón Bolívar y continuado por la revolución bolivariana en pleno siglo XXI. Para ellos la división es más provechosa y para el imperio también que quiere colocar sus garras a como de lugar en estas tierras. Desde la implementación de la doctrina Monroe, que consiguó en Santander su punta de lanza, ahora no es Santander, pero si su hijo, Álvaro Uribe Velez, el punta de lanza imperialista para agredirnos.
Como es de esperar, toda esta guerra viene acompañada de una terrible campaña de mentiras en el ámbito internacional y nacional; mienten de la manera más descarada, colocando a unos criminales como "víctimas" de las medidas ejecutadas por la revolución bolivariana y su presidente Maduro. La realidad es absolutamente distinta a la vendida en medios internacionales y nacionales en una triangulación mortífera aliñada con mentiras y falsedades. Pero veamos lo importante de la medida: Con esta medida Venezuela ejerce su derecho soberano a protegerse de los ataques paramilitares y de la delincuencia común, exacerbada por el imperio para desestabilizar a gobiernos progresistas, verbigracia El Salvador y las maras; con la medida le cortamos poderosas fuentes de financiamiento a la contrarrevolución venezolana y golpeamos a los narcotraficantes que vienen siendo lo mismo, es decir, paracos, dirigidos por Uribe Velez.
Sería ingenuo pensar que ellos se quedarán tranquilos, harán hasta lo imposible por tratar de revertir la situación, no obstante, a pesar de las mentiras, la realidad se impone por encima de todo. Así es cómo la propuesta del gobierno de Maduro de solicitar una COMISIÓN DE LA VERDAD, no hace sino dejar al desnudo los cacareos de las oligarquías que están destilando espuma por la boca al ver limitadas sus maniobras en la frontera. Pero hay otro elemento mucho más grave para ellos, se les está dando en el corazón financiero a una actividad que es calculada en términos de pérdidas para Venezuela en 10 mil millones de dólares al año, eso no es cualquier "concha de ajo", y cuando se trata de la burguesía, su bolsillo es muy sensible, por eso chillan como una magdalena.
Por otra parte, el combate en la frontera nos permitirá depurar el sistema económico de factores especulativos como ocurre con la moneda, ese también es un golpe contra la rancia oligarquía venezolana y colombiana que vienen haciendo su agosto con la especulación de la moneda, empobreciendo el Bolívar y obteniendo con ello pingües ganancias.
Por la reacción de Uribe se nota que el golpe fue noble, su desesperación lo pone al descubierto. Como buen criminal no le queda otra cosa que inundar las redes sociales y usar los medios narcos como la patilla y dólar today, además de medios como El Nacional, El País y el Nuevo herald sumados a la inefable CNN para meternos una mentira y acusarnos de "violadores de los derechos humanos" cuando en realidad lo que se hizo fue proteger a nuestra población apegados al derecho internacional que obliga a los países a apelar a medidas que protejan a sus poblaciones.
La batalla de la Venezuela de hoy es en las fronteras; por un lado contra la Exxon Mobil, por el otro contra los paramilitares y contrabandistas combinados en su accionar. Las burguesías y el imperio han visto allí un lado débil y han pretendido que ya "el mandao esta hecho", pues se equivocaron, porque aquí hay un gobierno que ha respondido con toda la dignidad que le asiste y eso lo apoya el pueblo tanto de Venezuela como de Colombia, aunque los medios burgueses traten de ocultarlo. Porque ciertamente la canalla mediática hace fiesta con el tema de las deportaciones, deportaciones que además son una obligación del gobierno de Venezuela y de cualquier gobierno del mundo, porque es un mandato de ley. Pero además, más temprano que tarde saldrán a la luz las declaraciones de la gente humilde que fue utilizada para el plan criminal de los paracos; el uso de mujeres como prostitutas, el chantaje y la amenaza a que fueron sometidas. Es la práctica de los paracos que de ninguna forma se puede tolerar y por ende todo venezolano patriota está obligado a apoyarlas, lo contrario es poner en evidencia el desprecio por un pueblo que lucha para alcanzar un buen vivir.
Por último está develada la grave descomposición del estado colombiano; no se trata de defender a sus ciudadanos, si así fuere le recibirían con los brazos abiertos allá y le buscarían solución a sus graves problemas que generan el éxodo, pero al parecer las reacciones de ese gobierno es lanzar a sus conciudadanos al país que dicen, malintencionadamente, que les maltrata, si eso fuera cierto, su comportamiento demuestra el poco interés hacia los colombianos por parte de su gobierno ya que los estaría lanzando a la boca del lobo, pero como la realidad es otra, esto solo demuestra que el gobierno de Colombia no es otra cosa sino un gobierno irresponsable.