La Macroeconomía mal digerida. La tasa media de ganancia distorsiona la realidad del mercado nacional

Cuando una empresa capitalista carga como ganancia una tasa = 30% de su inversión[1] en salarios más sus costos constantes, tasa que rige para el caso venezolano, pareciera que en Planificación y los redactores de la Ley de costos, ganancias y precios consideraron    que la tasa media de ganancia giraba alrededor de ese monto, o sea, de las 8 horas diarias, 2,4 h eran insumidas en la reposición del salario, y el asalariado dejaba una plusvalía creada durante las restantes 5,6 h, o sea, respectivamente, 2:24 y 5:36.

 

Carlos Marx introdujo los precios de producción, mismos que son una abstracción de segundo grado, como expresión estadística o la transformación macroeconómica que sufren las plusvalías individuales de todas las empresas a fin de que a cada empresario le llegue una tasa media de ganancia con independencia de sus diferentes composiciones orgánicas de capital, según la cuales, los de composición mayor obtienen una tasa real menor, y viceversa. Para ello se da por entendido que surja una competencia entre fabricantes, entre fabricantes e intermediarios, entre estos y los banqueros, de tal manera que el sistema se estabilice.

 

Como los efectos son que se sientan igualmente satisfechos todos los capitalistas involucrados, esa tasa media de ganancia se atribuye al capital variable y al constante que es improductivo per se.  Este objetivo es el que vemos alcanzado por el empresario actual que está embolsillándose 30% por sus costos de producción semanales[2], con el agravante especulativo de que opera con costes falsos o inducidos semanalmente por la propia burguesía importadora, agrícola y comercial.

 

Ahora bien, la aceptación de una tasa igual para todos los capitalistas lleva el agravante de que está bloqueada de plano la necesidad de competencia ya que los capitalistas fijan a su capricho los costos de producción y el Estado les iguala sus tasas de ganancia mediante la admisión de una tasa media = 30%.

 

Expresemos en números lo que decimos en palabras:

 

Para sector I de medios de producción, y sector II de bienes de consumo:

 

                       (1)   (2)     (3)       (4)        (5)      

                         c        v       g         P         g’ %      

               I. -   250    40     87      377     218   

              II. -    80     20     30     130      150    

            -------------------------------------------

    Total          330     60   117     507    

             

   Demandas I y II     60   117     177 

 

 Déficit en la producción de bienes de consumo:                  

 Producción I.- 150 - Demanda   177 = 27, y

Excedente de medios de producción:

Producción II.- 127- Demanda 80 = 47.

Digamos que   en Venezuela actualmente se presenta un faltante de producción en precios que no necesariamente se traduce en déficit real de bienes de consumo ni en falta de mercado para el sector II. Ocurre que la realidad física de mercancías anda por un lado, y su expresión monetaria especulativa por otro.

 De allí la importante necesidad de que se busque fórmulas eficientes y eficaces que terminen con el actual divorcio entre valores de uso y valores de cambio ya que estos últimos suelen distorsionar la realidad del mercado. 

 


[1] Esa es la tasa que rige en Venezuela, según Ley de Costos, Ganancia y Precios.

[2] Eso significa que su capital rota 54 veces al año.



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Manuel C. Martínez


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