No se imaginó nunca Gardel la importancia que alcanzaría la mentira como soporte del dominio mundial ejercido por los conglomerados especulativos/productivos trasnacionales y el gobierno estadounidense. Ni pudo imaginar el tío Carlitos la ingente cantidad de recursos que la mafia capitalista invertiría en fabricar y difundir mentiras para insensibilizar a las grandes mayorías.
Tratando de correr la arruga de su caída, los capos del capitalismo han transformado a la industria de la comunicación en una agencia cartelizada de publicidad, dedicada a sembrar odio y miedo hacia los “otros” y a justificar la las atrocidades y carnicerías cometidas por los EEUU en nombre de la democracia y la humanidad.
En el caso de Venezuela, a la campaña internacional de mentiras desatada desde 1998 se han sumado graves agresiones en el mundo de los hechos: apoyo logístico y financiero al fascismo, una guerra económica sin cuartel, la multiplicación de instalaciones militares a nuestro alrededor, el Decreto de Obama, las agresiones de las oligarquías y el poder instituido de Colombia y Guyana, intentos de destruir la unión latino caribeña, reducción de los precios del petróleo, etc.
Ante eso, todas y todos los venezolanos de bien debemos defender a nuestra Patria. En particular a los chavistas nos corresponde luchar por nuestro proceso, entender la conexión entre los frentes abiertos por el enemigo y apoyar las medidas que está tomando el Presidente Maduro para resolver por la vía de la diplomacia y la paz los problemas que nos acosan.
Debemos dejar de lado nuestras quejas, preocupaciones y rencillas, y prepararnos para cualquier eventualidad. Ante la proximidad del proceso electoral, debemos confrontar a especuladores y apátridas que pretenden desestabilizar el país y activarnos para rebatir cara a cara y a través de cualquier medio a quienes, ingenua o intencionalmente, vocean en la calle, en el trabajo y, hasta en la familia, las mentiras calientes servidas por el imperio.
Hoy es más importante que nunca contar con una mayoría aplastante en la Asamblea Nacional.
El tango está equivocado. Si bien en el imperio todo es mentira, los pueblos anti imperialistas tenemos valentía y amor más que suficiente para enfrentarlo.
Mariadela Villanueva
mariadelav@gmail.com
