Primera gota
Con todo respeto para quienes escriben (o escribimos) en Aporrea, seamos profesionales, o no. Espero que nadie se moleste. Pues no es la idea molestar a nadie. Considero que Aporrea es un espacio muy importante para expresarse. Bien sea a favor del gobierno. O en contra. Este portal es consultado no sólo a nivel nacional, sino internacional. Allí buscan los corresponsales extranjeros datos. Allí acuden los venezolanos que están, por una razón u otra, en el exterior, para enterarse de cómo marcha su país. Por esa importancia es que nosotros debemos tener cuidado con lo que expresamos. No podemos convertir este maravilloso espacio en un rin de pelea, donde se diriman rencillas de tipo personal. No podemos permitirlos las ofensas y las injurias. En mi caso, pido perdón si en alguna oportunidad he ofendido o injuriado a alguien. Tengo casi quinientos artículos publicados en Aporrea, desde que descubrí este portal. El más leído. El más comentado. Todo, a pesar de que no todos los opinadores estamos a la altura. Me incluyo, por si acaso. Soy periodista, pero escribo mal. Lo reconozco. Hay otros profesionales, muy respetables que publican en Aporrea, pero son los menos. Y además siempre son los mismos.
Segunda gota
A mucha gente la llama la atención que siempre seamos los mismos que aparecemos diariamente en Aporrea. ¿A qué se debe eso? Siempre somos las mismas caras, con los mismos temas. Con sus excepciones, como es lógico. El portal, pienso yo, requiere de sangre nueva. Sean de oposición o no. Sea de Marea Socialista o no. Sea comunista o no. Siempre somos las mismas caras. ¿Qué pasa con los relevos? No tengo la respuesta. Pero sí sé que los lectores esperan de quienes aparecemos todos los días en ese portal que escribamos sobre temas importantes. Y sobre todo que los problemas denunciados vayan acompañados de soluciones, o por lo menos de sugerencias. Por cierto, algunos opinadores se han retirado… ¿Por qué será?
Tercera gota
Acepto que se critique al presidente Nicolás Maduro. Pero con un lenguaje de altura, y que, además, se presenten soluciones a esos problemas. Pero también opino que el presidente Maduro debe moderar su lenguaje. Que dejé de ponerles remoquetes a los dirigentes de oposición. Eso no se ve bien en un presidente. Tal vez de esa manera podamos mejorarnos a nosotros mismos, y ayudar al gobierno. Lo dudo, pero es una posibilidad. En todo caso, estas gotas no van dirigidas a nadie en especial. Por lo tanto nadie se debe molestar. Tal vez, este tratando de interpretar opiniones de lectores dentro y fuera del país. Por otro lado, acepto que expresarse por escrito hay veces no resulta fácil. Requiere práctica y ganas de mejorar. A escribir se aprende escribiendo, escribiendo y escribiendo. Esa es la verdad. Pero hay otra verdad: tiene que haber voluntad, a conciencia, de que hay que aprender cómo se aprende cualquier oficio: práctica y más práctica. Tenemos que leer mucho. Tenemos que escribir mucho. Y tenemos que agudizar los oídos. Pero sobre todo, tenemos que autocriticarnos cuando nos toque. La autocrítica nos ayuda a crecer.