Cada día que transcurre, se nos acerca el 6 de diciembre, fecha emblemática para todos los chavistas, ya que ese día estará en juego nuestra revolución chavista. No es cualquier fecha, no es cualquier elección. El pentágono con sus órganos operadores, como son el FMI, la OEA, la MUD, los autonombrados ex presidentes, y sus lacayos nacionales como Lorenzo Mendoza, se las están jugando "todas" por hacerse del poder en Venezuela. Las elecciones son una herramienta a utilizar, pero no es la única "o gano o gano" esa es la consigna de estos enemigos; por ello es que tenemos que tener claro que nuestro trabajo político "no es solo hacia nuestros simpatizantes, militantes de la UBCH, profesionales y técnicos, etc.". Nuestro trabajo tiene que ir mas allá, nos estamos quedando con los mismos. Nuestras reuniones son con nuestras mismas caras (somos bastantes, es verdad), pero tenemos que ir en búsqueda de aquellos que, aunque nunca han simpatizado con nosotros, hoy en día tienen puntos de encuentro, hacia ellos es que tenemos que abordar nuestros planes de acercamiento. No podemos continuar con reuniones de profesionales y técnicos, con comandos de campañas, etc., donde siempre somos los mismos. Tenemos que romper ya con ese gheto que nos hemos colocado nosotros mismos. No esperemos que nos den instrucciones desde arriba. Planifiquemos bien nuestro trabajo en nuestro punto y círculo con todos los que habitan en ese entorno. Apliquemos correctamente el casa x casa que nos planteó nuestro Eterno Comandante Chávez, que donde se hizo, se reflejó en el resultado electoral. Vamos pues, a visitar a los religiosos de cualquier iglesia cercana a nuestra vivienda, a visitar al médico, al abogado, al policía, al fiscal de tránsito, a los miembros de los concejos comunales que nunca visitamos, al vecino, etc.
Hagamos política hacia afuera si queremos ganar.