Gotas de sangre en Guayana

Primera gota

Cuando detuvieron al alcalde José Ramón López, en el Municipio Caroní, los vecinos de varias urbanizaciones, incluyendo la de Alta Vista Norte, nos alegramos mucho más de lo normal. Todos pensamos que López era el culpable de la destrucción de la paz y convivencia de los vecinos de Alta Vista. Fue él quien aprobó la instalación de un cordón de kioscos alrededor del estacionamiento (ahora llamado del hambre), a tan solo 50 metros del edificio sede de la Corporación Venezolana de Guayana. Fue él quien convirtió esta urbanización en un infierno, al concederle licencia a dos licorerías a menos de cien metros una de la otra. Fue él quien permitió construir un bunker de basura en todo el centro del estacionamiento para que los kiosqueros depositen la basura (hoy día utilizado por personas de otros lugares). Fue él quien permitió la construcción de un módulo policial cerca del basurero y frente a una de las licorerías, disque para brindarles seguridad a los vecinos.

 

Segunda gota

¿Qué ha pasado desde que detuvieron al alcalde López hasta las seis de la mañana del día primero de octubre, cuando escribo estas gotas de sangre? Toda aquella esperanza se la llevó el viento. El tomadero de aguardiente a rueda libre se ha incrementado. Las "discotecas" ambulantes (entiéndase camionetas y vehículos de todo tipo), con sus "bajos" a todo volumen, siguen torturando a los vecinos: hombres de trabajo, mujeres, ancianos y niñas y niños. Los espectáculos con borrachos y borrachas se han multiplicado. Los vehículos se estacionan, abren sus puertas y maletero, donde tienen una cava full de hielo y licor, y ponen a tono sus "discotecas". Bailan, se "jamonean", gritan con furia loca, y se orinan ante la vista de todos los vecinos. ¡Todo un infierno!

Tercera gota

¿Qué responde el 171? "Ya vamos a enviar una patrulla". Pero la patrulla se pierde. Nunca llega. Esto es cierto y comprobable. En la madrugada del primero de octubre, ante el demonio desatado de estos mal vivientes, llamé al 171. Eran las cinco de la madrugada. Les narré mi desesperación, como la del resto de mi familia, y, por ende, los vecinos de la urbanización. Les pedí que por favor nos socorrieran. Mientras en el estacionamiento habían unos 8 vehículos con hombres y mujeres a su alrededor, vasos en mano. La estridente "música" retumbaba en las ventanas de los apartamentos. A las seis y media se apareció una patrulla. Bajaron el alboroto. Una fémina se acercó a los patrulleros y coqueteó por varios minutos con los hombres, cuya misión es la de brindarle seguridad y tranquilidad a la comunidad, y al final la mujer se unió a su grupo. La patrulla se fue, y a los minutos volvieron a encender la "discoteca".

Cuarta gota

El famoso modulo policial luce abandonado. Los guardias nacionales lo ocuparon al principio. Luego la alcaldía y sus policías se encargaron del "elefante blanco". Pero más tarde lo dejaron solo, pues nada hacían. Eran como zombis deambulando (martillando) en las noches oscuras… El botadero de basura cada vez peor. Los indigentes se encargan de contribuir a este infierno, escarbando, como las gallinas, las bolsas repletas de desperdicios, la que esparcen, buscando algún tesoro. Mientras las moscas se unen a los indigentes, y después vuelan hacia las ventanas de los edificios, con sus gérmenes en sus patas. Y qué decir de las aguas putrefactas que corren por el estacionamiento, producto del lavadero de platos y cubiertos de los kioscos mata hambre. Señores: ¿quién puede decir que esto es mentira?

Quinta gota

¿Qué hacemos los vecinos de la urbanización Alta Vista Norte? ¿A quién acudimos? ¿Qué hizo José Ramón López por esta comunidad? ¿Por qué no cumplió con las ordenanzas municipales? ¿Por qué no nos brindó seguridad, paz y tranquilidad? ¿Qué hacen los policías municipales? ¿Para qué elegimos alcalde o alcaldesa? ¿Para qué existen las Rentas Municipales? (Me dicen que una licencia cuesta alrededor de 500 mil bolívares). ¿Quién se embolsilla ese dinero). Me permito recordarle al alcalde encargado, Eriberto Aguilera, que las ordenanzas prohíben beber licor en la vía pública. Está prohibido crear "Discotecas ambulantes. Igual le recuerdo que los vecinos están por encima de kiosqueros y las licorerías. Está establecido que las licorerías existen para vender licor para llevarlo a las casas. No para ingerirlo en plena vía pública. En fin, un alcalde o una alcaldesa es la primera autoridad en un Municipio. Son elegidos, entre otras cosas, para administrar pulcramente los dineros que les asigna el Estado, y para brindarles seguridad, paz y tranquilidad a los habitantes. Y por último, exhorto al alcalde encargado, así como al señor general Justo Noguera Pietri, presidente de la CVG, y según, Coordinador general de la Alcaldía, para que se den una vueltica a eso de las cuatro de la madrugada por este estacionamiento. Comprobarán el infiero en que han convertido la urbanización Alta Vista Norte. ¡Tremenda burla de las autoridades del Municipio Caroní contra los vecinos! Por favor, señores, hagan algo por esta comunidad. ¡Se cansa uno!

Teófilo Santaella: periodista egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro en la década de los 60.

teofilo_santaella@yahoo.com



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

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