La pervertida Circulación del subsidio al Consumidor

Eliminemos el subsidio enterado al comerciante; éste está usurpando el que otorga el Estado al consumidor.

Los abusos y demás desviaciones que viene sufriendo el consumidor a raíz del subsidio que el Estado ha dispuesto para el pueblo por concepto de deuda social, un pasivo moroso que data de siglos, viene siendo objeto de mil y una burlas comerciales con cargo al menguado bolsillo de los consumidores, a sus pocos o medianos ahorros.

Resulta que los consumidores actuales deberían ser los beneficiarios originales y propietarios de la inmensa riqueza que grano a grano, gota a gota, y todos los días se ve trasegada al capital de los comerciantes especuladores.

Está claro que no se puede poner a cuidar carne a ningún zamuro ni a buitre ni a gata ladrona, sin embargo, eso es lo que viene sucediendo cuando el Estado dispone y abona dólares baratos a comerciantes inescrupulosos por excelencia, como lo ha demostrado según vemos y oímos por la TV.

Veamos cómo circula el "subsidio al consumidor":

1.- El Estado entrega dólares al comerciante a 12 Bs.F c/u, pongamos por caso, para importar ciertas mercancías. Por este concepto la mercancía subsidiada sólo debería costar:

12 +3,60 = 15,6;

2.- Luego, ese comerciante asienta costos a razón de 200 Bs.F para esas mismas importaciones que compró a Bs. F = 12;

A aquella fracción de costo de producción, el comerciante agrega 30% por concepto de ganancia máxima; digamos que registra una ganancia adicional sobre costos fingidos.

3.- Así, el consumidor paga entonces un precio = (200 + 60) = 260 Bs.F, por una mercancía por la que en principio debería pagar sólo:

12 + 3,6 = 15,6 Bs.F.

En esas disparejas ecuaciones podemos apreciar un sobreprecio para el consumidor al comparar transitoriamente una mercancía no subsidiada al precio de:

200 – 12 = 188, por una parte, y (60 – 3,6) = 56,4, por otra; en suma: 188 + 56, 4 = 244,4. Este sobreprecio no regulado en principio, que es su ganancia, esta estafa, esta especulación, esta burla al Estado, este horroroso desangramiento del bolsillo del consumidor, alcanza la bicoca de: 1.566%, léase bien: mil quinientos sesentaiséis por ciento.

Y hay más horror: Esa sobreganancia ha sido calculada sólo sobre una fracción del costo de producción, de su costo por concepto de insumos importados subsidiados. Además, sólo estamos facturando dólares al precio de un monto de Bs.F que se aparta muy por debajo del dólar ilegal.

De allí que el subsidio que está recibiendo el importador debería, por lo menos, pasar directamente al consumidor, de la siguiente manera:

El importador financia sus importaciones a la paridad oficial, digamos a 200 Bs.F (paridad legal máxima vigente y aproximada);

Agrega 60 Bs.F como ganancia;

El consumidor paga entonces 260 Bs.F, todo por la misma mercancía en calidad y cantidad como insumo de los costes de producción de cada caso.

El Estado posteriormente le reconocería al consumidor, a contrafactura, Bs.F 244, 4, monto que el consumidor se estaría ahorrando por concepto de subsidio directo a su bolsillo. El Estado pasaría a ser el intermediario de estos subsidios en reemplazo del comprador de dólares que nos ocupa. El BCV habría vendido dólares a Bs.F = 200 con un sobreingreso = 188. Como se le reintegraría al consumidor 244.4 Bs.F, entonces, el Estado estaría reconociendo Bs.F 56.4 por concepto de reintegro de la ganancia comercial involucrada en favor del importador y comerciante.

Estos Bs.F 56,4 serían el costo estatal de la inmensa economía que beneficiaría al consumidor y el mercado terminaría retomando sus condiciones anteriores a la de la presente guerra económica.

19/11/2015 03:02:25 p.m.



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Manuel C. Martínez


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