El auténtico líder político revolucionario venezolano del siglo XXI, Hugo Chávez Frías, puso en funcionamiento un proceso de cambios en lo político, económico y social que cada vez se afianza más, por cuanto este proceso cuenta con la robusta espiritualidad de la mayoría de la población que lo apoya, existiendo una verdadera unidad en el pueblo aun sabiendo que en medio de la lucha se ha presentado y seguirá presentado las naturales dificultades como consecuencia natural a la resistencia al cambio buscado, pero es sabido que el pueblo está muy consciente que tiene que resistir con dignidad hasta vencer. Sus enemigos saben ya que no lo podrá engañar de nuevo, tal como lo hicieron cuando el mismo pueblo derrocó al general Pérez Jiménez y entonces llegaron los políticos apátridas a imponer el fatídico Pacto de Punto Fijo. No, hoy la robustez de espíritu del pueblo se debe a que éste observa la voluntad de entrega de su máximo gobernante, Nicolás Maduro, y también la de todo su gobierno, ve la vitalidad admirable y contagiosa, contempla como esa voluntad se transmite a toda la población bajo un amor incesante y percibe en el Presidente a una persona de alma pulcra, noble y generosa. Es hermosa la percepción que predomina en la conciencia de la mayoría del pueblo, él sabe que nunca será traicionado por su Presidente, él tiene confianza que cuando Hugo Chávez lo escogió para que siguiera conduciendo la república, bajo los auspicios de la revolución bolivariana, ésta estaría asegurada y que sería una permanente búsqueda de mayor democracia, justicia y progreso para todas las personas que viven en este país sin exclusión de nadie; a menos que los enfermos de odio continúen auto excluyéndose.
Hoy, aquel sentimiento nacional que constituyó la candidatura de Chávez Frías en 1.998 se ha visto retribuido en mayor democracia, libertad y solidaridad, de manera que aquella expectativa ya se convirtió en realidad y por ello el pueblo defiende el proceso de cambios que lidera el Presidente. Este proceso verdadero de cambios vino a sustituir la inmensa desilusión que al pueblo le impusieron la actuación malévola de aquellos hombres y mujeres que gobernaron este país desde 1.958 hasta 1.998, fueron 40 años de saqueos e inmoralidad; degeneraciones llevadas a la práctica sin el más mínimo recato. Fue tan cierta tal decadencia que el jefe adeco Doctor Gonzalo Barrios, en pleno esplendor del Pacto de Punto Fijo, se atrevió a crear la frase: "En Venezuela se roba porque no hay razón para no hacerlo", expresión que reveló lo que aquí acontecía, pero que en boca de uno de los principales jerarcas de la época era algo que evidenciaba, sin lugar a ninguna duda, la putrefacción del sistema puntofijista y el desprecio que en él se sentía por la dignidad del pueblo. Siendo mucho más demostrativa la enorme putrefacción que consumía al gobierno, que en ese preciso momento ejercía la Presidencia de Venezuela un compañero de su partido político, A.D., que junto con el Dr. Barrios representaba el factor más importante del suscrito Pacto de Punto Fijo. Aquella fue una frase muy sentida, pero triste, cínica, grosera, deprimente, sarcástica y asesina de cualquier pizca de esperanza por el adecentamiento del gobierno.
Si, el pueblo sabe que Venezuela vive actualmente una serie de dificultades, pero sabe que de ellas saldrá victorioso más temprano que tarde y sabe también que cuando la revolución bolivariana se estabilice, Venezuela será el ejemplo a seguir por otras muchas naciones que actualmente viven en la ignominia por la dominación de regímenes que de fachada se presentan democráticas, pero que en realidad son dictaduras inhumanas que jamás el hombre en la historia conociera. Si, la revolución Bolivariana es el camino que nuestro Simón Bolívar soñó para este país y este continente, cuando el 6 de septiembre en 1815 en su maravillosa y profética Carta de Jamaica expresara. "Yo deseo más que otro en el mundo ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria"