Definitivamente los usuarios de esta compañía de transporte público en manos del Estado, no estamos de suerte.
Así los que al inicio nos alegramos con la expropiación de la empresa de manos privadas pensando que con la adquisición de nuevas naves por parte del Estado se optimizaría el servicio. "Alegría de tísico" como solían decir en mi juventud, el resultado fue la adquisición de ferrys chatarras que empeoraron el ya deficiente servicio, al final apareció como noticia pública, el que había un General preso o que estaba prófugo de la justicia, del cual por cierto no se ha sabido más, quien a su vez y según sus propias declaraciones adujo que el visto bueno para la compra de las chatarras antes nombradas provenía de la para entonces ministra la Almiranta Meléndez (hoy candidata a diputada por el PSUV), ante lo cual es válida la expresión de "vaya usted a saber".
Por otra parte dado el alquiler de Ferrys a compañías extranjeras (a un precio oneroso tanto para la Nación, como para él usuario ya que se duplicó el precio del pasaje), se ha mejorado notablemente el servicio de transporte a la Isla.
Pero siguen sucediendo hechos que pudiéramos catalogar acorde al "profesor Lupa" como "misterios de la ciencia", el terminal de pasajeros de Puerto la Cruz que prestaba un servicio bastante aceptable, fue demolido hasta sus cimientos desde hace mas de un año para ahora atender a los pasajeros en unas especies de tráileres y carpas provisorias que no tienen ni servicios sanitarios, tengo que añadir que el terminal derrumbado solo tenía un año en funciones posterior a su remodelación por el anterior alcalde de Puerto la Cruz
Paralelamente Navieras privadas que venían trabajando con lentos y vetustos Ferrys, han crecido en cuanto al número y calidad de sus naves. ¿Será que el axioma que esgrime el capitalismo de la efectividad de las empresas privadas por encima de las administradas por el Estado es una realidad? MI teoría al respecto es otra, la trama de complicidades que se desarrollan en cualquier revolución de tinte socialista, cuando los que la dirigen no son en verdad revolucionarios, privando en ellos sus intereses particulares por encima de los intereses del conglomerado social, y más si se acompañan estos con prácticas aberrantes como el nepotismo y el amiguismo por lo común estos últimos en intimo intríngulis con dichos intereses particulares, al final dicho contra revolucionario comportamiento termina generalizándose en detrimento del Estado, ya que la impunidad en la aplicación de las penalizaciones y correctivos necesarios que a este comportamiento acompaña, termina por ser el ejemplo a seguir tanto por los funcionarios públicos, como por el resto de la población.
Pero volviendo al título de este articulo. El último de los desatinos que contribuye a demeritar a esta empresa estatal del cual en lo personal soy testigo de primera fila, además de ser uno de los afectados (valga la narración en primera persona), es el hecho de que dada las proximidades de las fiestas de fin de año en las cuales por lo general me traslado a la isla de Margarita al igual que muchos temporadistas; y dadas las dificultades en conseguir pasajes, tuve que mantenerme alerta a la apertura de la venta de los mismos para las fechas decembrinas. En efecto y después de varios intentos infructuosos para comprarlos, dado el que las ventas de dichos pasajes para las fechas comprendidas desde el 16 de diciembre en adelante no se habían abierto aun; al fin por aproximación y datos obtenidos en los corrillos respectivos llegó el día de aperturar las ventas, el cual cayó el 18 de Noviembre próximo pasado, día en el cual a las 7 am me apersoné en la oficina de Conferry situada en el sector Madre Vieja de Lechería, siendo que para el momento de mi llegada ya existía una cola de usuarios a las afueras de la antes nombrada oficina, cola esta que para lo que significan las colas hoy en día no dejaba de ser relativamente corta, creo que de unas 30 o más personas delante de mí, todos pacíficamente esperando la apertura del oficina para la compra de nuestro pasajes respectivos, local este que debiendo abrir a las 8am solo lo hizo las 8 y 40 minutos de la mañana aproximadamente, iniciándose así el ingresos de los usuarios a la misma, a mí me tocó en la tercera tanda y realmente el chequeo de los documentos respectivos no tomó mucho tiempo, posterior al cual "se trancó el serrucho", la cola para pagar en las cajas se inmovilizó por algo más de dos horas en referencia a mi turno en particular, ya que todas las taquillas de venta al público estaban bloqueadas por individuos que compraban no un máximo de diez o doce pasajes de una vez, sino calculo que más de cien pasajes cada uno, al final mi reclamo en alta voz al supervisor de dicha oficina ante este tremendo y desconsiderado abuso, obtuvo como respuesta la de que ellos tenían igual derecho que yo a comprar pasajes en el numero que quisieran, lo cual aprovechó enseguida un opositor del gobierno para incitar al voto "a fin de cambiar esto".
No tengo claro si estos compradores de pasajes en forma masiva (que por cierto estaban dateados de antemano y encabezaban la cola), los adquirían para "bachaquear" con ellos, o lo hacían para las Agencias de Viajes, pero el hecho en sí lo viví como un irrespeto total al usuario. Al final en mi caso particular el supervisor dio órdenes para que me atendieran en una taquilla al igual que a otros tres viejitos, taquilla en la cual por cierto con tarjeta de crédito en mano, la cajera paralelo a la atención que nos prestaba, compraba no se para quien una interminable ristras de pasajes.
Como colofón y desplazándome de lo particular a lo general quiero añadir, que todas estas aberrantes acciones que emanan de los organismos de atención al público tanto gubernamentales como privados, son los que probablemente darán al traste con el gobierno constituido, recordándoles a los que triunfalistamente comparan la actual bien organizada campaña electoral del "Chavismo duro", con la inexistente campaña electoral de la oposición, que el descontento popular además de ser por la crisis económica que estamos viviendo, la cual nos obliga a interminables colas para obtener los productos básicos necesarios, se suma el mal trato que por lo general reciben los usuarios por parte de los dependientes de los locales comerciales, como si en vez de vender estuvieran regalando lo que el usuario paga con sus reales. Que mejor campaña de por sí para la oposición que esta penosa situación para el pueblo en general, calificada por nuestro gobierno con la verdad a medias de la "guerra económica" atribuida a ataques imperialistas externos, subestimando la guerra económica interna, representada por la ineficacia y la corrupción imperante a todos los niveles de la administración del Estado.