En un programa de opinión política « en un televisora nacional pública» presentaron a un líder de un partido de izquierda, que tuvo cierta relevancia de participación en la IV República; por la presencia en los acontecimientos políticos más importante de la época, e incluso, fue parlamentario. Aunque negaba, las facilidades, para que un partido de oposición lo invitaran a dicha televisión. Sin embargo, fue invitado, dando la opinión específica, sobre el Socialismo que profesa, donde plantea notables diferencias, con el Socialismo del Siglo XXI; respetadas por los facilitadores. No obstante, en uno de los argumentos planteados, lo que más llamó la atención, fue el énfasis en la pronunciación de la palabra "Régimen" que motivó a investigar, sobre el real significado, para dilucidar sobre usos y costumbres.
Al analizar los períodos de gobiernos de la revolución bolivariana, iniciados en el siglo pasado, al final de la década de los 90, en continua transformación y en la segunda década del siglo XXI; como una formación histórica, que ha sido aceptada por una mayoría, por mucho tiempo en estados de indefensión y rechaza por una minoría, que han ostentados el poder económico, desde la Independencia. Donde el régimen político revolucionario y bolivariano en sentido general, vinculado al desarrollo de una organización del poder político, con instituciones, normas y líderes, centrado en aptitudes y actitudes, humanísticas. Donde los ciudadanos, se encuentran en una situación, donde el poder lo ejerce el pueblo; gozando en particular de beneficios extraordinarios y rechazado por una minoría, como objetos conceptuales y físicos.
Al tratar darle cierta racionalidad, al planteamiento del concepto régimen, desde el punto de vista de la escala jerárquica del concepto. El concepto específico de régimen, sufre una multi conceptualización, productos de los diferentes enfoques. Y a medida que se profundizan incrementan los elementos comunes y disminuyen las diferencias, con tendencia a un concepto en sentido general, con cierta homogeneidad. Y en consecuencia, es factible, que los regímenes particulares más generales, propio de los países en desarrollo, crean efervescencia políticas, por las diferencias de niveles conceptuales o por pretensiones de grupos minoritarios, como virtuales. E inquietudes de los países desarrollados, que se consideran como un régimen político, en sentido general.
Desde el punto de vista particular de régimen, se ha originado una multivariedad de familia organizacional, tales como: Régimen democrático, parlamentarios, constitucional, absolutista, comunista, monárquico y otros. Conceptos compuestos, cuyas estructuras están conformadas por elementos comunes y diferencias, como partes de un todo. Y en sentido general, como régimen político y con forma o sistema, para ejercer el poder, con valores, aptitudes, actitudes y estructuras éticas en el pensamiento. Sin embargo, existen políticos que manejan el concepto régimen, como un nominativo y otros, como una distorsión de un concepto específico, de régimen: que conduce al pueblo a improvisaciones políticas, terrorismo o intolerancias. Epítetos, que tratan de adosarse con irresponsabilidad, a los gobiernos que aversan.
El elemento común más significante, del concepto en sentido general de régimen o régimen político, es democracia, relacionada con los conceptos específicos: constitucional, parlamentaria, representativa y participativa; mediante la profundidad conceptual y en equilibrio. Son muchos los ejemplos, de confrontaciones entre constitucional y parlamentaria, representativa y participativa. Lo que representan situaciones de escaleras; donde el que esté en un peldaño superior, tiene que darle la mano al inferior, con sentido humanitario, para facilitarle el camino con equidad y justicia; porque no representa una amenaza. Mientras, que el que está en el nivel inferior, tiene que desarrollar los máximos esfuerzos en colectivo, para subir la escalera con eficiencia, siguiendo un modelo de régimen político; de confianza y respeto.