No es secreto para nadie que un gran número de empresas privadas han detenido total o parcialmente su producción e importación de alimentos y medicinas, lo cual ha generado una escasez que el Presidente Nicolás Maduro bautizó como guerra económica.
Tales empresas manifiestan que el gobierno ha impuesto normas y condiciones que perjudican la producción nacional y por eso han recortado su actividad, mientras que Maduro ha denunciado que las empresas han hecho alianza con la oposición y producen menos mercancías para golpear al pueblo con fines políticos.
Por estos hechos, no hay duda que perdiendo la MUD el próximo 6-D se va a radicalizar la guerra económica porque opositores y empresarios castigarán al pueblo por votar a favor del chavismo y repudiar a la derecha.
Leyes, controles, sanciones aplicados por el Estado venezolano no han logrado meter en el carril de una economía sana a los bandidos empresarios que fomentan la guerra económica, de modo que gobierno, fuerza armada y pueblo deben estrechar lazos para lanzar una ofensiva radical a fin de defender y recuperar la economía nacional a partir del 7-D.
En ese contexto la intervención del poder popular en coordinación con el Estado para desarrollar labores en las fases de importación, producción, distribución y comercialización económica son vitales para liberar al pueblo del ataque empresarial contra la Patria y normalizar la economía.
Por otro lado, si la MUD gana la Asamblea Nacional, viene una guerra constitucional combinado con plan de golpe parlamentario y para ello también debemos estar preparados los revolucionarios. Ver escenario:
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