Ni "cómo sea" ni "vamos a cobrar", el pueblo venezolano, ese que aprendió que "por ahora" los objetivos no se habían cumplido, ha madurado lo suficiente para entender que la "Política" es un arte y una ciencia, no un deporte ni una afición.
Aquellos que tienen tentaciones autoritarias y escenarios de violencia para el 6 de diciembre debemos advertirles que el pueblo les pasará por encima, a aquellos que sueñan con un fraude o una intervención extranjera debemos señalarle el camino de salida de la política y del país. Cuando Chávez aceptó la derrota del referendo constitucional, con dolor pero con honestidad salió a dar la cara, al igual que con todas las victorias, para así decirle al pueblo que la democracia consiste en persuadir, conquistar, reenamorar, reinventarse.
Hoy la injusticia de un sistema electoral polarizado ha conducido a una elección donde el duelo está definido, pero un gran sector del país no se verá reflejado en ningún resultado por lo que nadie crea que ganará de manera absoluta, sin embargo, en el marco democrático, deberá crecerse en fuerza y organización para terminar de romper la vieja polarización impuesta y persuadir con una alternativa refrescante y contundente.
El que quiera castigar, que castigue, el que quiera ser sumiso que lo sea, el que quiera un "cambio" para no cambiar nada bienvenido, el que quiera iniciar una verdadera transformación que lo exprese, el que esté contra el sistema electoral que hoy vivimos que lo diga, pero asistiendo a las mesas y votando por alguna opción o votando nulo, pero que no se quede nadie sin expresarse.
El sistema electoral sin duda es miserable, hecho para que no exista otra opción que no sea la polarización, pero el proceso electoral y el resultado hasta ahora es y ha sido confiable, y eso nos da garantía de que vale la pena ir a expresarnos.
Por todo esto, "mojemos el chiquito" y que nuestra alegría o tristeza, que nuestro descontento o arrechera se convierta en una decisión que sea expresión real de la mayoría y que le deje claro a quienes gobiernan y pasarán a gobernar, gane el que gane, que o se escucha al pueblo o se es castigado.