Resulta por demás antidialéctico el resultado de las elecciones parlamentarias en favor de la derecha, una opción, meramente triunfalista, que ha sido rechazada 18 veces y aplastantemente. A esos sorpresivos resultados que no se los creen ni ellos mismos, les cabe el calificativo de "alegrías de tísico" porque éste amanece sin la fiebre que se le presenta sólo por las tardes.
Alharacas, sólo alharacas, así podemos calificar estos aspavientos ridículos de parte de unos líderes insepultos que ahora quieren ellos mismos convencerse de que podrían volver al poder que perdieron en buenas lides y tantas veces consecutivas. Aunque de ilusión también se vive, dicen por allí.
Carece de sentido pensar que un pueblo que hoy, como nunca antes, se halla claro en su manera de apreciar al enemigo, gracias a la pedagógica, eficiente y eficaz lucha emprendida y victoriosa del Presidente Chávez y reforzada notablemente con el Presidente Maduro pueda votar concienzuda y establemente por esa derecha. Efectivamente, Maduro gana sin solución de continuidad sus elecciones presidenciales, gana las gobernaciones y gana las alcaldías, pruebas irrefutables que paradójicamente fueron consideradas fraudulentas por los mismos que hoy pretenden hacerle ver al pueblo chavista y a los pocos suyos que se trataría de un cambio hacia atrás ofrecido por unos resultados emanados limpiamente del mismo organismo electoral que ellos mismos hasta ayer querían revocar con sus infames desprestigios dirigidos a manchar la imagen de una persona a quien ahora deberían pedirles disculpas mil.
Resultados que ahora se subrogan como si en verdad ellos hubieran estado luchando democráticamente cuando sólo han sabido causar 54 muertos, 11 por su negativa a reconocer que perdieron las presidenciales, más 43 cuando también perdieron las gobernaciones y quedaron reducidos su mínima expresión en lo político y en lo geográfico. Notorio y público fue su negativa a que se celebraran las elecciones 6D, y de antemano prepararon matrices de opinión para que sus pocos adeptos los ayudaran a cantar fraude como antes y tantas veces lo hicieron en cada pérdida electoral.
Ellos, la minimizada derecha, no han sabido hacer otra cosa que emplear una mediática mendaz despretigiadora de nuestro país, y, desde luego, aupada y apuntalada por EEUU nuestro principal enemigo en estos asuntos.
Cualquier ganancia o retorno de la derecha no podría entenderse sino como un retorno a la opresión yanqui perdida luego de 100 años, gracias a Chávez y al chavismo. Los escuálidos lo saben.
Los votos alcanzados con mucha extrañeza de su parte, los escaños ganados tan accidentalmente y reconocidos sin vacilación alguna por el propio Presidente como excelente demócrata a todas luces , han sorprendido a chavistas y a los mismos derechistas que se sabían perdedores desde mucho antes, razón por la cual se negaron tozudamente a reconocer los resultados, fueren los que fueren.
Anticipadamente, ya habían movido toda su perversa y antidemocrática maquinaria mediática y servil nacional e internacional para inútilmente hacerle ver al mundo a y sus escuálidos, que cada vez son menos, que aquí no debía realizarse elecciones para el 6D, mismas que ahora pretenden darle una licitud política de la que carecen porque han sido votos erráticos chavistas y no chavistas procedentes del inmenso cúmulo de bachaqueros y afines* que han estado haciendo tremendo negocio con las mismas políticas de acaparamiento, adulteración de los costes calculados sobre paridades cambiarias ilegales emprendidas por la burguesía que estos "triunfadores" de barro ahora, votos que ahora se subrogan como logros suyos en medio de su propia sorpresa y que no terminan de explicársela.
Decimos que son votos antidialécticos porque, mientras los votos alcanzados por la izquierda resultaron menos, son firmes y sólidos, y los de ellos son meramente transitorios que no resistirían la menor prueba. Estoy de acuerdo con que sean ellos los primeros en promover su nueva derrota con el referéndum presidencial que no dudamos tengan en mientes.
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* Los bachaqueros establecieron "puntos y círculos"-economías externas-a lo largo y ancho del país. No sólo ese alto porcentaje de bachaqueros que se hallaban en las colas, sino también sus coordinadores y los vendedores de bolsas a elevados precios, los cafeteros, los buhoneros que se instalaron a las puertas de los Mercales y Pedevales, los alquiladores de sillas, los vendedores de quesos aguados, etc., etc., etc. Sumaron millones y es allí donde hay que buscar los votos que le fueron negados al chavismo y se los dieron a la derecha, no porque sean derechistas, sino porque en ello les iría seguir en la manguangua
del bachaquerismo que sigue impune a la espera del trillado e inútil-en estos casos-debido proceso.
