Primero
Realizar una autocrítica a fondo… óigase bien: a fondo. Donde no quede nada oscuro. Donde emanen líneas revolucionarias, acorde con la encrucijada. Donde salga la luz para todos…
Segundo
Hay que polvorizar el estado burgués que se ha levantado dentro del seno de la revolución. Eso implica barrer con los enchufados que conforman una quinta columna al servicio del enemigo.
Tercero
Cambiar todo, todito el gabinete ministerial. Reemplazarlo por mujeres y hombres capaces y resteados con el proceso… Hombres y mujeres salpicados de pueblo, con olor a pueblo. Personas que garanticen la continuación del camino revolucionario, y una vida mejor para todos…
Cuarto
Cambiar la dirección nacional del PSUV. Existe en ese partido hombres y mujeres capaces y revolucionariamente comprobados. No más burocratización. No más picos de oro que hablan mucho, pero que no motivan ni a sus familiares.
Quinto
Poner al frente de la economía a hombres o mujeres que sepan de la materia. No más militares arribistas sin un respaldo universitario sobre algo tan importante para un país como su economía. Llegó la hora de la conciencia revolucionaria.
Sexto
No más contemplación con partidos guarimberos y golpistas. Para eso existe un pode constitucional que permite la clausura de todo aquel grupúsculo que atente contra el Estado. En la IV lo hicieron contra el PCV y el MIR. ¿Por qué el gobierno revolucionario es tan complaciente?
Séptimo
No dejarse meter gatos por liebre. El presidente debe ponerse mosca con las obras que se anuncian y después quedan muertas como una tumba vieja. Acuérdense de la fábrica de helados Copelia… en Falcón.
Octavo
Eliminar por completo el sectarismo, así como la prepotencia de quien cree tener a diablo agarrado por la cola. El sectarismo y la prepotencia son vicios del capitalismo que aún perdura entre nosotros. Son prácticas dañinas.
Noveno
Perseguir a los corruptos en sus guaridas. Y reducirlos a prisión donde paguen por los dineros sustraídos de la Administración Pública. Que no siga la impunidad haciendo tanto daño al pueblo venezolano
Décimo
Poner a esos gobernadores y alcaldes a trabajar junto al pueblo y para el pueblo. Que no sigan pantalleando ante una cámara de televisión, exhibiendo sus ropas rojas limpiecitas. Que trabajen o se vayan a lavar ropa al río.
Onceavo
Exterminar el burocratismo, uno de los enemigos más visibles y más perniciosos de este proceso. Está amparado por los rojos, rojitos representantes del oportunismo, actuando a sus anchas y sin recato alguno.
Doceavo
Mantener a los militares en sus cuarteles, en sus aviones, en sus barcos… Los coroneles y los generales se graduaron para defender la soberanía del país, no para estar enchufados en la administración pública haciendo que hacen sin hacer.
Treceavo
Duélale a quien le duela a la revolución hay que profundiza o radicalizar (como suene mejor) este proceso que muchos piensan que ni es una cosa ni otra. Veámonos en el espejo de Argentina y de Brasil…
Catorceavo
Gobierno y PSUV deben conectarse de nuevo con el pueblo chavista. Desde hace tiempo lo dejaron de hacer. Se enchinchorraron y creyeron que ya todo estaba terminado, por lo cual era la hora del sueño y del disfrute del poder.
Quinceavo
Históricamente las revoluciones las hacen los revolucionarios, de verdad, verdad. No la hacen los empresarios, la burguesía y sus tentáculos, los corruptos o los temerosos que llegan al poder por compadrazgos y resultan ser quinta columnas. Ya basta de sembrar tanta confusión en el pueblo… ¡Volveré en el 2016!
Puerto Ordaz, 15 de diciembre de 2015