En un momento crucial, cuando por el trabajo maligno de lo que se ha llamado Dólar Today, lograron imponer un tipo de cambio al margen de la dinámica cambiaria, sobreponerse a la como inercia del Banco Central y la complicada madeja de tipos de cambio, los contrabandistas hacían su agosto en cada punto fronterizo, los acaparadores desbordaron sus depósitos, los especuladores y los bachaqueros impusieron su ley; es decir, hacían lo mismo que siguen haciendo y determinó los resultados electorales, el presidente anunció un "Sacudón". En aquel momento, como ahora, desde el sector revolucionario se hacían reclamos contundentes relacionados con aquellos asuntos y se demandaban medidas como sobre el asunto de la gasolina, política cambiaria, contra los corruptos, dentro y fuera del gobierno, que raspaban la olla de las divisas, la ineficiencia en el aparato del Estado y la incompetencia de una corte de funcionarios, al parecer formados para recibir órdenes, tomar notas de ellas en reuniones a todas luces improvisadas, el presidente se alentó y con la contundencia habitual de cuando hace sus discursos, entre gestos hoscos y sonrisas, anunció que al día siguiente haría un "Sacudón".
Entre los opositores cundió el temor, los corruptos, rojos rojitos y opositores que juegan generalmente en llave, comenzaron rápidamente a hacer sus maletas, revisar la vigencia del pasaporte, visa, pasajes aéreos sin regreso y la paca de dólares reservada para un por si acaso, colocados todos ellos allí, en la mesa de noche; muchos hasta aplaudimos porque ¡al fin!, desde las alturas del poder se había escuchado el reclamo popular y tomado conciencia que había que atender aquello que Chávez llamó el "Golpe de Timón". Entramos pues como en una catarsis colectiva e imaginamos que, partir del momento de ese anuncio del presidente, las tendencias empezarían a revertirse a favor del movimiento popular y hasta para decirlo más simple y realista, de los consumidores. Quizás, hasta el propio compañero Hugo Chávez, allá en el Cuartel de la Montaña, agitó su cuerpo entonces inerte de revolucionario eterno.
La primera medida puesta en práctica por el presidente para materializar su "Sacudón", que debió ser como la palabra lo indica, un estremecimiento contundente para que la estructura se desprenda de lo mal colocado o pegado con saliva, que todo se acomode como debe ser por la fuerza respectiva al orden y concierto, fue modificar su gabinete. Quien fracasó en un sitio le enviaron a otro, donde quien allí estaba también había fracasado; pero a este último le mandaron a un puesto más complicado en el cual, a quien iba a sustituir, se encontró que aquello era "mucho camisón pá´ Petra". Recuerdo un caso curioso que, de sólo mencionarlo va a producir incomodidad y hasta rechazo, por no decir otra cosa contra uno; Reinaldo Iturriza, quien desde distintos medios, entre ellos Aporrea, venía haciendo críticas contra el trabajo de las comunas y en aquello sólo veía fallas, le pusieron al frente del despacho relativo a ese asunto. Cuando se produjo el "Sacudón", no mucho tiempo después de éste, uno de los primeros enrocados fue el mencionado, a quien mandaron para el sector de la Cultura. Decisión, sin restarle méritos a lo que allí haya hecho, nunca he entendido, desde la perspectiva general como particular y sobre todo por los "avances" que allí, según sus anuncios, había alcanzado. ¡Comuna o nada!, dijo Chávez. Eso sí, desde que se produjo el inicial nombramiento, aporrea y sus lectores perdieron un excelente crítico y perspicaz observador.
Después de aquella medida, la del "Sacudón", los venezolanos todos, chavistas, opositores, corruptos, acaparadores, contrabandistas, bachaqueros, todos ellos unos expectantes y otros asustados, se quedaron viéndose la cara. Hasta allí llegó aquel anuncio rimbombante y estrambótico. Lo demás siguió la marcha, eso sí lo que venía aconteciendo aumentó en ritmo y volumen.
Seguimos en la rutina, sufriendo los embates de una guerra, de la cual bien pudiera decirse con absoluta propiedad, sin cuartel. Porque los agresores, lograron insertar a buena parte del pueblo en sus fuerzas y acciones de combate. El bachaqueo, hasta con ayuda desde dentro de las fuerzas del gobierno, de donde se maneja la distribución de alimentos, ya no sólo era Polar y sus amigos, tomó cuerpo como de batallón gigantesco con fuerzas que tomaban, como raíces de árboles gigantescos, todo el cuerpo social. Trabajadores abandonaron sus ocupaciones habituales para ejercer el bachaqueo que se volvió especulativo y por demás remunerado. ¿Qué pendejo iba seguir en su habitual trabajo, ocho horas diarias, para ganar salario mínimo si esa inesperado parto de la economía lo llevaba a obtener un ingreso equivalente a cuatro y cinco profesionales juntos? Estos mismos, viendo aquello, se volvieron bachaqueros. En las oficinas del Estado se nacieron como mercados persas, donde se vendía lo que no se hallaba en los abastos.
Mientras tanto el gobierno imponía lo de las huellas y el número de cédula para comprar, las quitaba, volvía a poner y las colas aumentaban desmesuradamente. ¡Poca cosa se encontraba! Como poco ahora se encuentra. Mientras tanto, el dólar subía cada vez que uno respiraba y lo que ahorita costaba esto, al vaciar los pulmones el doble.
Estando así las cosas, el presidente que venía observando todo aquello a través de los informes que les suministraban sus despiertos ministros y funcionarios "desplegados en la calle", dándole guerra a la guerra, a la de verdad, tomó otra trascendental decisión.
-"Señores, no me queda otra alternativa, visto este estado de cosas que producir un "Revolcón".
Este, aquel, el otro, nos miramos las caras. Optamos, no por flagelarnos, sino por alimentar la esperanza y esperar.
¿Qué pasó? Se dice que la historia no se repite. Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, dijo Heráclito de Efeso. Siempre hay cambios. Pero en veces, a simple vista, unos hechos se parecen a otros, Por esto, opté por no comentar lo sucedido con el "Revolcón".
Por lo anterior, y por haberme cansado de escuchar a políticos y técnicos gobernantes, que desde el año 1936 vienen hablando de aniquilar el rentismo petrolero, desde el sector chavista lo hemos repetido a partir de 1998, la bicoca de casi 18 años, ¿qué puedo pensar y esperar de esta "Revolución Económica" que ahora, ante los sucedido el 6D, nos ofrecen desde Miraflores?