A este Presidente, que más por la desgracia que por la fortuna, le ha tocado de manera intempestiva y dolorosamente abrupta asumir la actual condición de Primer Mandatario Nacional, hoy en día se le plantea el reto más peligroso y difícil que se le haya presentado al chavismo desde que asumió con Chávez el poder en el 98.
Más por otra vaina que por la Divina Providencia ha Venezuela nuevamente se le presenta el mismo aciago laberinto del otrora, cuando de manera fatídica, hace 185 años, se desvaneció, más por las traiciones de último momento que por las fallas en la estrategia, lo que de seguro prometía ser el emerger de un sistema de gobierno basado y proyectado hacia los más nobles sentimientos del ser humano. Lo que hubiera ocasionado un verdadero y oportuno tropiezo a un Capitalismo que ya comenzaba ha fecundarse desde la sangrienta violación y saqueo propinado a nuestros pueblos Latinoamericanos. Hazaña que hasta el sol de hoy, a pesar de no haberse completado, produce la admiración y el entusiasmo de todos los quienes la recuerdan o la estudian.
Sin duda Venezuela es un país de luchas heroicas pero también es un país lleno de cobardes delaciones. En las que su Pueblo, después de haber echo morder el polvo a los más poderosos ejércitos de la época, sin embargo ha estado lleno de anversos y reversos en su suerte. Más que testigo ha sido actor principal de una odisea que le ha significado ser un país tan rico como importante ejemplo de emancipación y de las luchas por la libertad para los pueblos del planeta. Ejemplo que hoy con saña el actual Imperio, lo mismo que los Mantuanos de hoy, lo pretenden liquidar. El reciente trabajo de la BBC de Londres sobre Bolívar, y la reconocida grandesa del genio de este caraqueño inmortal, vislumbra uno de los verdaderos motivos del por qué el actual Imperio no podía deparar otro destino para los hombres y mujeres de esta patria,
Próximos ha iniciar un año que seguramente será recordado como el periodo definitivo donde la revolución venezolana, iniciada con Bolívar, retomada por Chávez y asumida por Maduro, deberá dar muestras del verdadero talante con lo que presume estar hecha. Maduro no las tiene todas consigo, como tampoco las tuvo ni Bolívar ni Chávez, pero tiene buena parte de un Pueblo que lo apoya aun más de lo que él mismo se imagina, así como también tiene la enseñanza y el espíritu, tan vivo que aun hace ganar batallas, de los dos anteriores en su puño.
El principal peligro y laberinto que sobre los hombros de Maduro dimensiona su actual responsabilidad encierra también el verdadero secreto, necesariamente obligatorio para la histórica y deseada victoria a una confrontación que de manera avasalladora e irreversible viene aproximándose. Secreto que estuvo presente en todo momento tanto en Bolívar como en Chávez y que no les abandonaría hasta en los últimos soplos de sus existencias. La Valentía.
Esa valentía por asumir lo correspondiente con audacia y determinación. La valentía por redefinir y replantear sus fuerzas, la de afrontar los cambios de manera profunda y consecuente y, sobre todo, descargar sobre el enemigo toda la fuerza de nuestra demoledora razón. Ha esta altura de la Historia ni se nos hará retractar ni haremos retractar a nuestros enemigos de lo que son nuestras posiciones ontológica e históricamente contrarias y encontradas. Pretender, en esta cruel y depravada Guerra Económica, continuar dándole recursos a quienes manifiestamente buscan nuestra aniquilación, no es del todo lógico ni mucho menos saludable.
Lo inmediato por hacer está en el delicado trabajo de preparar las primeras líneas de batalla. La Cosiata, al igual que en el pasado, ha logrado contaminar algunos de nuestros mejores cuadros. El presidente Maduro sobre si tiene la urgencia de depurar la estructura de un partido cuyo liderazgo y fortaleza, en buena parte, se haya vencido o burocrátizado, por asumir de manera bígama la responsabilidad del partido y la conducción del gobierno. Quién después de escalar las esferas de una institución del Estado, más si es de suma responsabilidad, volverá al barrio a preocuparse que a la Sra. Nena no le ha salido la pensión que, dicho de paso, es verdad.
La determinación de regresar los integrantes de las Fuerzas Armadas a sus actividades propias y naturales nos parece tan valiente como acertado. La demanda ahora es la de revisar su gabinete de gobierno, separándolos de inmediato, insistimos, de toda responsabilidad en el partido que ha sido una de las principales herramientas para que se hayan "atornillados" en el Poder. De qué sirve pretender. democratizar nuestro partido si estos camaradas, con todos los recursos a su favor literalmente compran los principales cargos para sí y sus conchupancias.
Vemos con rejuvenecido optimismo la inclusión de nuevos cuadros al frente de responsabilidades estratégicas. La presencia del incansable y humilde camarada Tony Boza nos lleva a tener esperanza que "el golpe de timón" se viene asumiendo con responsabilidad y de manera sistemáticamente estudiada.
Tanto aguas abajo como aguas arriba se haya la realidad de nuestros retrocesos electorales en los últimos tiempos. De manera rebuscada y malabarística, en algunos lugares escandalosamente como Maracaibo, se ha pretendido, al más claro estilo gatopardiano, justificar el sostenido abandono de resultados favorables como la consecuencia de motivos hasta supersticiosos e irracionales. Ha pesar del considerable aumento de las políticas sociales y reivindicativas que son orientadas hacia nuestra región.
A los que nos abrogamos el oficio de la opinión y que de cierta manera influimos, mucho menos de lo que creemos, en algunos sectores, en vez de preocuparnos tanto por las "garrapatas" debiéramos comprometernos por la salud de un Proceso que con todos sus problemas continúa siendo tan del Pueblo como de nosotros mismos. En el escenario próximo, de alta y explosiva complejidad, poco en definitiva importará si fueron buenas o malas nuestras intenciones al estar abriendo fuego indiscriminado sobre nuestras estratégicas fuerzas. No cabe duda que la crítica constructiva y la autocrítica responsable nos hará invencibles pero no le pidamos a Maduro lo que por creernos Intelectuales nos creemos, o creemos que nuestros juicios o enfoques son incluso más importante que nuestro propio Pueblo y que la misma Venezuela.