No es Pobreza, es Pereza (Parte I)

"Por Ahora solo deben cumplir tres leyes: El que no trabaja no come, el que la hace la paga doble y el que ensucia limpia y pule" Víctor Meléndez, un recio indio de Falcón, que se crió entre tunas y matorrales, no explicó sus leyes, las debíamos descubrir en la práctica, solo nos dijo: "Ya Hablé".

Para mis flojos camaradas de la infancia, come libros de la vida, eso era: Dictadura. Pero no podían huir, Zipayare era un poblado alejado de todo y la finca estaba más lejos aun. El primer día a las 4 de la mañana, la casa y corrales eran un trajín, cada uno hacia algo, nadie mandaba, ese día mis camaradas no desayunaron pues no trabajaron, no madrugaron. Poco a poco se dieron cuenta de que el que madruga coje agua clara, el que no trabaja no come, quien no siembra no cosecha, quien no pila maíz no come arepa, que el dinero no produce, eso solo lo hace el trabajo.

Las faltas terminaban en doble pena moral y doble reparación. La flojera, apatía y desdén fueron desapareciendo. El cuidado, orden, limpieza y seguridad se hizo hábito. El trabajo hacía que cada día eramos mas ricos, sin dinero. Ante egoísmos y competencias nos dijo: "Pescamos para todos o para nadie", todo eso fortaleció la solidaridad, la colaboración fue creciendo. Dedicamos nuestra fuerza a doblegar las difíciles situaciones de esas montañas, sin perjudicarlas, pues de ellas vivía en armonía mi tío, su familia y la naturaleza. Las cayapas de cosechas, era un alegre festín. Esas enseñanzas formaron hombres, ejemplo de padres y honrados abuelos.

Ese Indio, Maestro natural, nos enseñaba con el ejemplo en el trabajo y completaba sus enseñanzas con anécdotas y cuentos. Recuerdo una que decía: "Colgado de la hamaca, entre bostezos un haragán murmura: Compadre, que será bueno para la picada de culebra otro gandul responde: no sé, compadre, por qué se preocupa tanto. El primero bosteza y aclara; Es que tengo flojera y viene una rastrera de esas para la hamaca (Tomado de Cuentos para Mis Nietos).

Cuantas culebras se nos han metido en la vida y por flojera no las sacudimos a tiempo, es mas debilidad y perdón que por miedo. Lo vemos en las sencillas relaciones la familia, amigos, vecindario o la escuela. Cuantos trabajan, participan, apoyan, aportan o animan. Cuantas mentiras aceptamos, perdonamos y nos la vuelven ha hacer. Cuantos se desprenden a tiempo del que no cumple, muchos por flojera se excusan con "preferible un malo conocido que un bueno por conocer". Nada, malo es malo y se cambia y si el nuevo es malo se cambia también. Cuantos "errores" con el dinero del pueblo, sin castigo y solo nos dicen: "uff, se me chispotió", de sus ridiculeces nos reímos. Todos los funcionarios deben tener su "Espada de Damocles" para que cumplan sus contratos y los compromisos. Así es que avanza una familia, una Nación.

Ian Wright, un mochilero ingles, en uno de esos programas de viajeros Trotamundos, dejándose bañar por la neblina del Karepacupai-Meru expresaba algo así: "He recorrido el mundo y nunca había visto que existirá un país con tantas cosas bellas tan cerca, un impresionante mar, inmensos lagos, nieve, ríos, montañas y estos tepuyes, únicos en el mundo, los envidio, estas son las personas mas consentidas por la naturaleza"

Lo que no sabía Ian era que una interminable marabunta de delincuentes, disfrazados de políticos, militares y hasta de misioneros, arrasarían en 57 años con todo ese país, animados por nuestra pereza.

Hoy parado sobre una rica nación en ruinas, hacemos leyes para reducir la "jornada laboral", para proteger del despido a los que no trabajan, para becar el ocio, para subsidiar la delincuencia, para mantener chulos, para crear puestos improductivos, para comerciar espejitos chinos, para regalar a todo el que manifieste ser "amigo" y nos guarde para después que el pueblo se de cuenta del saqueo.

Nos desgastamos en elecciones y reuniones para programar la próxima reunión y la próxima elección o en informes y estudios forenses para saber porque murieron los muertos y sus republicas, incluyendo esta. Saquemos y destruimos nuestras propias instituciones, para que los delincuentes manejen los suculentos negocios de las misiones, jornadas, operativos, emergencias e importaciones

Es penoso ver a unos ineptos llorando por que el Petróleo bajo a 30$ o es que cuando lo teníamos a 7$ no comíamos, construíamos casas, escuelas, autopistas, hospitales, viajábamos y teníamos seguridad, Y antes de tener dólares no teníamos tierras, aguas, plantas y vida. Que socialismo es ese que valora y llora por un dólar.

Políticos ineptos, gente floja, no movamos las manos a ver si el dinero siembra y nos da de comer: Trabajadores Pendejos sigamos manteniendo chulos y delincuentes a ver si vamos a llevar comida a la familia. Crean a los encantadores de mulas y esperen que lluevan dólares para que nazcan maticas de acetaminofen, sueros, antibióticos, hipertensivos, baterías, cauchos, repuestos, frijoles, leche, carne. Esperen sentados a los chinos para que les den televisores, neveras sin nada a cambio, o los cubanos para que reparen las centrales eléctricas o a los rusos para que aumenten la rentabilidad petrolera. Esperen que el Chapulin Colorado venga. "He comprobado que cuanto más duro trabajo, más suerte tengo". Thomas Jefferson.

Los ingleses, ante el bombardeo alemán convirtieron sus trenes en universidades y enviaron a los niños a formarse en los campos, nunca suspendieron su formación. Los Vietnamitas eran quemados por lo gringos en los túneles y arrozales mientras enseñaban: Los japoneses no los paran volcanes, terremotos y tsunami, a nosotros Parece que va a llover y suspendemos la clases: Maestros flojos e inconcientes, así siempre seremos esclavos.

Nuestra triste educación quedo en taburetes, pues el CIED e INCES fueron saqueadas. Es imperativo reactivar el INCES formador para el trabajo con Maestros verdaderos, bajo responsabilidad del Ministerio de Educación y separar la aberrante función de cobradores de impuesto. Activar el CIED para la formación tecnológica de alto impacto con los Jubilados Industriales de PDVSA, Pequiven, Sidor y otros muchos que aun tienen ánimo. Fortalecer la formación de todas aquellos institutos que de verdad están aportando como Fe y Alegría y similares.

Otro mal de la Pereza es el: No hay recursos. Cómo los venezolanos vamos decir que no tenemos recursos. Como viven en los desiertos, en las estepas, en las tundras o en el ártico. Como surgen esos desprovistos pueblos, no es con dinero, es con trabajo. Como pueblos que viven en desiertos como los Wuayuu, los Caroreños, los Quiboreños, los Tocuyanos, ellos hacen de las piedras y el barro su riqueza obras de arte y grandes sembradíos sin agua, no le piden a nadie. Su cultura es del trabajo sin llanto, vivir con el honor de no ser pedigüeños.

Cómo los monaguenses son mas ricos que los sucrenses, solo comparen sus jornadas y dedicación al trabajo para que lo sepan. Como los andinos, con sus escarpadas montañas alimentan al occidente, como los del sur del lago en esos pantanos, antes de las expropiaciones por los militares importadores, surtían de carne y leche a medio país. La dedicación al trabajo es su baluarte.

Volvamos al trabajo, aumentemos el salario para el que produce, eliminemos los subsidios a la delincuencia, financiemos al que está produciendo. Unamos a los trabajadores para que el gobierno y sus acólitos no lo saquen, lo expropien, lo roben y extorsionen, ya basta, la marabunta traspasó todas las fronteras de la Ley y de la vida.

"Toca a los Maestros hacer conocer a los niños el valor del trabajo, para que sepan apreciar el valor de las cosas" Simon Rodríguez.

El autor es: Maestro

asdrubalgarcia05@gmail.com

 



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Asdrúbal García


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