Dentro del liderazgo de izquierda se observa ese resabio cultural burgués: cada uno se cree superior a los nuevos o a quienes sean de menor edad.
Con gran satisfacción venimos observando cómo ha ido naciendo esta nueva forma de vida gestada por el presente Socialismo Bolivariano. Esta noche ha sido anunciado por el Presidente Maduro el complementario Poder Parlamentario Comunal.
Este Poder en las bases, al lado de las Bases de Misiones, suerte de Ministerios sociales para la salud, la educación, la economía; reforzados por su propia Policía, su propio Poder Ejecutivo local y pronto dotado de Notarías o registros y Juzgados Comunales, consolidarán un grueso paquete de diseminados Estados Comunales que se guiará por una Constitución Comunal con normas básicas comunes y envolventes que garanticen un Macroestado Comunal.
De esa manera el obsoleto Estado burgués habrá ido perdiendo importancia social con cada día que pasa; la transición al Socialismo se hará plena y este cumplirá su misión de puente sistemático e irreversible hacia el venidero Comunismo, o sea, una asociación de comunas en un plano igualitario horizontal de mandos y condiciones, obligaciones y atribuciones, de derechos y obligaciones de comuneras y comuneros.
Las diferencias jerárquicas establecidas dentro de la empresa y sociedad comunal serían meramente técnicas sin que un supervisor, por ejemplo, salga de la empresa, del centro de trabajo, o se pasee por las calles, con ínfulas de aburguesado por el sólo hecho de tener más experiencia o mayor rango técnico, académico o universitario. Es un hecho que ningún padre suele sentirse superior a su hijo, y ¡cuidado! si todo lo contrario. Así sería la conducta socialista entre trabajadores con distintos rangos técnicos, mismos que en la sociedad burguesa sirven para aplastar a quien se halle por debajo en la cadena de mandos capitalistas. Dentro del liderazgo de izquierda se observa ese resabiocultural burgués: cada uno se cree superior a los nuevos o a quienes sean de menor edad.