Así era Cruz Villegas

La aparición del reciente libro titulado "Cuando yo tenga mis manos" compilado y editado por Alejandra Tejido Villegas e impreso por la editorial Metrópolis, no dudo que haya sido un esfuerzo de carácter familiar y solidario de muchas personas que reconocen el valor y la trascendencia de este personaje originario de la población de Cúa, estado Miranda. En su doble prólogo hecho por, Perfecto Abreu Nieves y Amazonas Tatiana Villegas Poljak, permiten a su nieta, la compiladora de este maravilloso trabajo, que era necesario escribir para dejar constancia sistemática de este extraordinario político, dirigente sindical y poeta que desde el Movimiento de afrodescendientes de los valles del Tuy, asumimos como personaje emblemático por quienes nos reconocemos como afrodescendientes, asi como también lo hacemos con el histórico personaje conocido como "Francisco Luango" en el año de 1749, como cimarrón del Tuy bravío, descrito en su canto por el también cimarrón, Enrique "Kilombo" Duarte, http://albaciudad.org/p/?925448 , con el toque del tambor tuyero, ahora con la propuesta de TAMBOTUY, como muestra afrotuyera.

Este año 2016 lleno de grandes expectativas nos permite hacer referencia a muchos de los escritos que se derivan de los resultados de las pasadas elecciones del 6 de diciembre del 2015, uno de ellos hecho por un escritor de origen europeo, Jean Araud, corresponsal para Investig’Action en Caracas, titulado "Venezuela: Extravagancias parlamentarias y Revolución con tres R" publicado el 18 de enero por internet, http://www.investigaction.net/Venezuela-Extravagancias.html?lang=es, donde en su primera parte nos reseña como fue esta época donde se desenvolvió, Cruz Villegas, señalando textualmente:

"Gran parte de los diputados de la oposición venezolana vienen de los dos partidos de la 4ta República, cómplices en su época del bipartidismo, Acción Democrática (AD) y el Partido Socialcristiano (COPEI), que siempre se autoproclamaron demócratas. Hoy, estos diputados "demócratas", parecen dispuestos a actuar por la vía de un golpe parlamentario. Curiosamente, son los revolucionarios bolivarianos que replican de forma democrática para enfrentar una contrarrevolución."

Haciendo retrospectiva sobre las elecciones parlamentarias, continúa diciendo:

"Cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), proclamó los resultados de las últimas parlamentarias, todos los temores de incidentes se disiparon. ¿Por qué? Simplemente, porque el Presidente Nicolás Maduro y los seguidores de la Revolución Bolivariana reconocieron de inmediato los resultados y la oposición no emitió ningún reclamo. En los 17 años de revolución, la oposición nos acostumbró a denigrar y deslegitimizar el árbitro electoral únicamente cuando la sanciona pitándole un gol o un penalti, y a instigar acciones violentas en estos casos."

Continuando en el contexto de la dictadura perejimenista que antecedió al Pacto de Punto Fijo del 31 de octubre de 1958, donde Cruz Villegas fue uno de esos protagonistas como bien lo señala el libro en cuestión dedicado a su obra, que todavía no he terminado de leer, me llamó la atención de igual manera lo acontecido durante su infancia de la dictadura gomecista junto a su gran amigo y coterráneo, José Rafael Palacios, conocido como "el negro Palacios", también poeta que dejó una reseña de una de esas peleas de muchachos para demostrar quien era el mas guapo, como con el "negro Concho" que después terminaron siendo amigos. Posteriormente en la cárcel de El Obispo donde estuvo como preso político durante treinta y ocho meses, casi un año en la cárcel de Los Teques, antes de su confinamiento en el hoy estado Amazonas, enviado por la dictadura de Pérez Jiménez, donde igualmente estuvo el destacado hombre de las luchas amazonenses, Edgardo González Niño, reconocido investigador e historiador que al escapar de este confinamiento, le permitió conocer muy de cerca muchas de sus comunidades indígenas, sus familias y sus lideres naturales.

La lectura y la situación de "guerra económica" que continua vigente, no se hasta cuando, me hizo detener entre las paginas 97 y 103, caminando con los recuerdos de cómo era la lucha por la comida en la cárcel de El Obispo, que estuvo ubicada en el populoso barrio El Guarataro, donde nació el gran poeta Aquiles Nazoa. Cruz Villegas nos cuenta como eran los mecanismos de la solidaridad entre los presos políticos de la época. Ante el terror y la humillación de los llamados cabos de presos, equivalentes a los esquiroles en el lenguaje sindical o simplemente aduladores en el régimen del general Marcos Pérez Jiménez, quien institucionalizó la llamada Seguridad Nacional, como instrumento de inteligencia, contrainteligencia y represión política, dirigida por un señor que llamaban El Chacal de Güiria (Pedro Estrada) y con quien en su primer encuentro en uno de tantos traslados de El Guarataro al Paraíso le tocó vivir la mediación de la iglesia católica con el Monseñor Lucas Guillermo Castillo Hernández, en la ocasión de un telegrama comprometedor, donde el mismo Pedro Estrada, personalmente sacó una copia y leyéndosela le preguntó: "¿Ese es el telegrama que usted puso?" a lo cual Villegas respondió: "El telegrama que nosotros pusimos tenía un texto mas o menos así." Luego de otras preguntas que hicieron entrar en cólera a este señor, le entró a golpes en su misma oficina, mientras le decía: "¡Hijo de madre, te voy a mandar a Ciudad Bolívar! ¡Llévense a este carajo!" con una posterior golpiza en un ring de boxeo, cambiaron de opinión y lo llevaron de vuelta a la cárcel de El Obispo.

Mientras mas se consolidaba la dictadura en esa época, ya llevaba mas de tres años presos, mas acorralaba el hambre a los revolucionarios y a sus familias, las posibilidades económicas se reducían día a día, al punto que los paquetes que enviaban los familiares a los presos políticos y que llamaban "coches" eran repartidos entre todos y a casi la mitad de los presos no les llegaba comida. Además de organizar entre los presos políticos y comunes una asamblea, para sustituir el sistema imperante de jerarquía carcelaria basada en los cabos de presos, se nombró como representante un camarada profesor llamado Rafael Aguín, se organizaron cursos de historia, economía, filosofía, geografía y hasta un curso de italiano, se creó un economato que centralizaba todo lo que traían las familias, obligando las normas de este economato para cada compañero, entregar toda la comida, cruda o cocida, asi como 75% del dinero y los cigarrillos. Se organizo la cocina en base a comisiones que se alternaban a diario en esas labores, quitarle la grasa, mejorar los espaguetis, la utilización del pan viejo o nuevo y el pocillo de guarapo, para la comida cruda utilizaban como combustible, potes de leche vacios, enrollándolos como tabaco para utilizarlos como tizones. Se las arreglaban para preparar un licor para la Nochebuena de Pascua y la de Año Nuevo, cuidando esconder los envases en los depósitos de agua de los baños, ya que la policía no requisaba esos lugares.

En los momentos de festividades para el mundo exterior a la vida carcelaria, se hacia sentir con mayor fuerza la solidaridad verdadera, tan necesaria en estos momentos de crisis alimentaria, para mi opinión, producto de nuestra corresponsabilidad en la "flojera petrolera" la pereza mental y autismo de muchos dirigentes y otros factores que obligan a la emergencia económica en el muy corto plazo, con un precio del barril de petróleo por debajo de los 40$, con la amenaza climática del "Niño Malcriado", la inoperatividad de nuestro sector manufacturero, la inflación galopante y hasta lo que anunció en una oportunidad la oposición a través de una campaña de María Corina Machado, hablando del capitalismo popular, cuya expresión mas acabada es el bachaquerismo inducido desde instancias de poder económico y político, en desmedro de las mismas clases populares.

Finalmente, hombres como Cruz Villegas son un ejemplo a seguir, como dice un amigo profesor que estuvo preso con él en esa época y me comentaba que además de portar siembre su sombrero, nunca supo como hacía para tener siempre planchada e impecable toda su ropa y en su afán de adquirir conocimientos a través de la lectura siempre estuvo rodeado de libros dentro de algunos de los calabozos donde le tocó permanecer, por mantener una actitud firme y decidida por su patria y mas allá con el internacionalismo proletario. Hoy la Escuela Técnica Industrial (ETI) de Quebrada de Cúa lleva su nombre con orgullo.



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César Quintero Quijada


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