Con motivo de la propuesta presentada en la Asamblea Nacional de entregar la propiedad de la tierra y de la vivienda a los usuarios, se pone sobre el tapete el tema del urbanismo y los gravísimos problemas que crea, como, la escasez de agua, fenómeno natural que cumple sus ciclos; pero, se agudiza por el demencial crecimiento urbanístico: causa primaria de la escasez de agua, por cuanto no es la naturaleza la que debe adecuarse a los caprichos del hombre. Es el hombre quien debe adecuarse a las necesidades de la naturaleza. Cuando el hombre aplica sus criterios, la naturaleza replica con sus leyes. En la naturaleza todo ocurre por necesidad.
Durante más de cincuenta años hemos oído hablar de planes de vivienda popular. Planes que han constituido la promesa populista de los gobiernos de turno. Se han llenado bibliotecas enteras con el tema referido a los inconvenientes que crean los planes urbanísticos. Inconvenientes que no provienen sólo de construir la vivienda, sino, de las relaciones que surgen: con el medio natural, con el ambiente urbano, con la población aposentada. Problemas que tienen su origen en los límites del crecimiento (Malthus, Club de Roma).
En las cumbres y foros internacionales referidos a la cuestión ambiental se enfocan dichos problemas desde diferentes puntos de vista, pero, el más importante de todos y que constituye el origen de todos los demás, se soslaya o se sitúa en un plano secundario: el crecimiento poblacional y el control de la natalidad ("huelga de vientres" como lo pregonaba Juan Pablo Pérez Alfonso).
A mayor población, mayor presión sobre los Recursos Naturales Difícilmente Renovables. Mayores necesidades que reclaman ser satisfechas: agua, cloacas, aseo, electricidad, transporte, salud, educación, fuentes de trabajo estables; parques, ambientes abiertos para la recreación, solaz y esparcimiento; seguridad ciudadana; y demás servicios indispensables para proporcionar lo que se conoce como buen vivir.
Si el problema fundamental, origen de todos los demás, es el crecimiento poblacional, resulta una incongruencia de marca mayor hablar de la necesidad de duplicar la población. Alusión que formaba parte del discurso histriónico, populista y demagógico de Chávez. Con la mayor irresponsabilidad decía – "debemos llegar a 50 millones de habitantes." Mayor insensatez ¡Imposible! Si el país, ya revienta con 25 millones más 5 millones de compatriotas colombianos y de los países sudamericanos ¿Cuál sería la magnitud de los problemas con una población de 50 millones? Si eso no es irresponsabilidad e ignorancia de un gobernante ¿Cómo catalogarla? Los planes humanísticos no obedecen a concepciones teológicas de caridad, compasión, misericordia, limosnas (chavismo), sino, a planes de transformación y justicia social.
Todos los pueblos y ciudades del país están saturados de población y saturados de las terribles secuelas que generan los demenciales planes urbanísticos públicos y privados. Pueblos y ciudades no resisten un urbanismo más. Pero, no hay forma de detenerlos. El fetiche de creer que el crecimiento urbanístico es desarrollo, es progreso, unido al populismo y la demagogia, ciega las mentes obtusas de autoridades locales (Alcalde, Concejo Municipal) y de autoridades nacionales.
No hay razonamiento que sirva para contener la demencial ola urbanística, demagógica y populista del chavismo, por cuanto da solución a un problema: vivienda, pero crea mil, en flagrante violación del derecho de la MAYORIA APOSENTADA. Hace veinte años disfrutábamos, en pueblos y ciudades de mejor ¡buen vivir!
Para la MAYORÍA APOSENTADA los planes urbanísticos no constituyen ningún beneficio, todo lo contrario, constituye un grave perjuicio por la pérdida del bienestar conquistado, mantenido y disfrutado durante años.
Entonces ¿Qué sentido tiene la sobresaturación poblacional y ambiental que padecen pueblos y ciudades por el demencial plan habitacional?
La manera como el gobierno desarrolla el plan habitacional deja entender que el chavismo carece de planificación en todo y para todo y sus improvisados planes son posibles, por la chequera de la renta petrolera. Se agotó la chequera y se agotaron los planes.
Si el país tiene 916 mil kilómetros cuadrados de territorio, más 600 mil de mar territorial ¿Por qué continúa la sobresaturación urbanística de pueblos y ciudades? ¿Por qué no ubicar los planes habitacionales en los sitios donde hay perspectivas de desarrollo económico (franja petrolífera) u otros sitios donde además hay: agua, áreas abiertas para fundar nuevas poblaciones y disminuir la sobresaturación de las ciudades? ¿Por qué no sacar de las ciudades aquellas industrias que requieren de áreas para su expansión y ubicarlas en sitios que den origen a nuevas poblaciones? Eso se ha dicho muchas veces, pero nunca se realiza. ¿Por qué Caracas tiene centros industriales y manufactureros que deberían estar regados por la extensión territorial y así, ocupar el sitio que le corresponde como sede de los poderes del Estado y nada más?
Lo más grave de los planes urbanísticos es la violación flagrante del derecho de la MAYORÍA a disfrutar de las conquistas sociales obtenidas en años de aposentamiento. Derecho vulnerado por la permanente adherencia de la MINORIA, sin que se haga nada para salvaguardarlo. Al contrario, la demagogia electoralista/populista desatada en los últimos diecisiete años, auspicia planes que, día a día, deterioran la prestación de servicios: agua, cloacas, vialidad, tráfico, aseo urbano, zonas recreacionales, deterioro de las áreas protectoras de suelo y agua, deforestación, contaminación química por las actividades agrícolas en sitios donde están las nacientes de agua que alimentan los acueductos.
En toda ciudad o concentración urbana existe la población APOSENTADA que constituye la mayoría, la cual tiene inversión en vivienda, en fuentes de trabajo (almacenes, talleres, industrias). También hay las inversiones nacionales y municipales: hospital[1], escuelas, liceos, universidad, oficinas públicas, recreación, parques, vialidad y servicios de todo tipo. ¿Dónde queda el derecho de la MAYORÍA APOSENTADA a conservar el valor de cambio de la vivienda y el nivel de bienestar ya alcanzado?
La primera obligación de la autoridad municipal es velar por la inversión (pública y privada) de la población APOSENTADA y velar por su bienestar.
La permanente anexión de la MINORÍA, por nuevos urbanismos, crea un proceso de continuo deterioro del bienestar de la MAYORÍA APOSENTADA. ¿Por qué ocurre ese deterioro? Ocurre, porque la anexión se realiza sin planificación. Simple capricho individual de una parte. Y de otra, demagogia y populismo oficial, al no tomar en consideración los límites del crecimientos ¿De qué bienestar estamos hablando? ¿Qué clase de bienestar trae el crecimiento urbanístico si daña el bienestar de la mayoría APOSENTADA? Para colmo, tampoco brinda bienestar a la MINORIA adherente.
¿En cuál ciudad de Venezuela, el crecimiento urbanístico ha sido planificado para solaz de sus habitantes? Ese intento lo hubo con los gobiernos del Nuevo Ideal Nacional, pero fue abandonado durante los cuarenta años de los gobiernos adeco/católico/copeyanos y agravado por el gobierno chavista. No hay dos gobiernos que se parezcan más, que el de Carlos Andrés Pérez y el de Hugo Chávez.
Como ejemplo de crecimiento urbanístico anárquico se pudiera tomar El Vigía que, de simple estación del ferrocarril, en cincuenta años se transformó en gran centro poblado. Su crecimiento urbanístico ha debido ser planificado, por cuanto su área de expansión lo permite. No se hizo y es un pueblo de calles angostas, laberínticas, casas amontonadas en un clima de fiebre (28º promedio anual), sin árboles en sus calles, sin parques ni plazas. El utilitarismo territorial elevado al máximo. Humilde caserío que, por agregados urbanísticos, no por planificación, se transformó en gran centro urbano ¡Invivible!
La obligación del gobernante es prever, con la debida antelación, la solución de los problemas que va a ocasionar el crecimiento urbanístico. Vale la pregunta ¿En Venezuela, pueblos y ciudades tienen plan de crecimiento urbanístico? En caso que exista, da pena ver la anarquía urbanística que impera. Y si no existe, ahí tenemos la medida exacta de quienes nos gobiernan. ¿Cómo organizar el urbanismo de un poblado si no existe la planificación a la cual debe someterse los gestores que asumen la administración municipal?
Si se va a planificar un nuevo urbanismo, lo primero es construir el acueducto que aporte mayor cantidad de agua al caudal ya instalado, en caso que haya fuentes de donde obtener más agua. Pero, si no las hay ¿Por qué planificar nuevos urbanismos? A los acueductos ya abrumados de utilitarismo, se les hacen nuevas aducciones para los nuevos urbanismos. Y la población APOSENTADA que antes recibía agua 24 horas al día, comienza a recibirla racionada. No sólo se daña el bienestar de la población APOSENTADA: la mayoría; sino, que la minoría agregada, va a padecer también de escasez. ¿De qué bienestar estamos hablando?
Así actúa la tecnocracia/gobernante que realiza el demencial crecimiento urbanístico de ciudades y pueblos. Cada día, las poblaciones tienen menos agua, menos espacio ambiental, menos fuentes de trabajo; pero, aumenta la basura, los apagones, el tránsito, el mal vivir en lugar del buen vivir del que tanto se habla.
¿De qué sirve tener vivienda, si como cuestión elemental no hay agua? ¡O tener vivienda y no tener trabajo estable!
La creciente concentración sobresaturación de habitantes en zonas urbanas, no trae soluciones, crea nuevos e insolubles problemas ¡El agua!
Conclusión:
Tener vivienda y no tener agua ni trabajo estable ni los alimentos de la dieta diaria ni medicinas en las farmacias ni clavos en las ferreterías ni repuestos en las agencias ni papel toalé en las pocetas ni transporte público, paralizado en más del 60% por falta de cauchos, baterías, repuestos. A lo anterior agregarle las indignantes colas "sabrosas", de todo y para todo. Desastre, tragedia que constituye el verdadero legado de Chávez.
[1] Caso de la sobresaturación de pacientes en el Hospital Universitario de Mérida (HULA) por el crecimiento poblacional de la zona Sur del Lago. Para aliviar la carga del HULA, se planificó un gran hospital para El Vigía y cuando estaba ya casi terminado, fue abandonado por estar en terreno no apto. Inventamos y erramos