El éxito de la lucha por nuestra soberanía e independencia y por la defensa del legado del Comandante Chávez depende de que entendamos que el enemigo principal del proyecto bolivariano es el gobierno de los EEUU. Que la coyuntura económica y política Venezuela es producto de la estrategia instrumentada por el poder capitalista mundial para detener el avance de los modelos de organización social y de integración, pro-socialistas y antiimperialistas, adoptados en diversos países de la región latino-caribeña, a partir de los 90.
Depende de que tengamos claro que estamos inmersos en un enfrentamiento entre los capos del capitalismo que dominan al mundo y los pueblos que tratan de liberarse de esa dominación y que nuestra burguesía avergonzada de su mestizaje y raíces - incapaz de ejercer el poder sin la anuencia del imperio y de acumular riqueza sin la ayuda del Estado - es la encargada directa de derrocar al Presidente Maduro y acabar con el chavismo.
Depende de que entendamos que el enemigo local, consciente de las limitaciones de su azarosa conquista parlamentaria ante el poder del pueblo soberano, ataca por diversos frentes para tratar de ganar la lucha. Arrecia la guerra económica y responsabiliza al gobierno de la escasez y los precios especulativos, provoca a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, propone leyes que sabe el pueblo no va a dejar pasar, desaprueba o traba las iniciativas legislativas oficiales, sabotea los servicios, fomenta la violencia, llega a extremos vergonzosos y ridículos para llamar la atención internacional. etc. No podemos caer en sus provocaciones. Gobernantes y pueblo tenemos que marcar nuestra propia agenda.
Depende de que el gobierno tome medidas drásticas para acabar con las colas y el bachaqueo; saque de su equipo a los funcionarios que facilitaron el saqueo de la nación y a los responsables de planes y políticas erradas; adopte una política comunicacional agresiva; mantenga adecuadamente informados a los venezolanos y nos garantice que dormir con el enemigo va a reactivar coyunturalmente a la economía productiva.
Depende de que los chavistas de a pie defendamos el proceso a capa y espada y al mismo tiempo, nos rebelemos ante burócratas que pretendan limitar nuestra soberanía y nuestra participación en las decisiones que nos afectan.
Mariadela Villanueva