Venezuela está atravesando por un momento coyuntural bien complejo, donde subsiste la guerra económica, la guerra de poderes públicos, la corrupción, el nepotismo, la inseguridad, largas colas motivadas por desabastecimientos, entre otros. Todas estas anomalías antes mencionas, ahora se mutaron gracias a la falta de voluntad, seguimiento y control de parte de algunos funcionarios del Gobierno que no tienen el compromiso con la Revolución Bolivariana.
Algunos críticos mencionan en diversos artículos publicados en la página web "Aporrea", que es importante que se aplique el golpe de timón y las tres (3) R de la Revolución Bolivariana (revisión, rectificación y reimpulso), el cual esos elementos antes indicados complementan el fortalecimiento del proceso revolucionario. Mientras tanto, otros solo sugieren que el presidente Nicolás Maduro, renuncie por su deficiente gestión y por su pacto con la Derecha capitalista. Este último, no sería una opción nada recomendable sacar al presidente en esta coyuntura tan crítica; pues así, caeríamos en un barril sin fondo.
Antes de la llegada del presidente Nicolás Maduro, teníamos el precio del barril de petróleo a 120 dólares, hoy en día, algunos críticos dicen, si hubiesen ahorrado aunque sea un Dólar por cada barril, tal vez no estaríamos pasando por esta debacle económica, hoy el precio por barril de petróleo está en 20 dólares. Puesto que, ahora estamos pagando las consecuencias por depender del rentismo petrolero. Ahora les dejo estas interrogantes ¿Por qué no incentivaron la Producción Nacional? ¿Qué sucedió con la Petroquímica? ¿Qué sucedió con la Producción de Gas?, ¿Por qué no se entregó el Plan de Emergencia Económica en el año 2014 o 2015?
Como quisiera plasmar aquí todas mis inquietudes, pero la idea es sintetizar y llegar a un objetivo donde la crítica en positivo debe ser aceptada y no subestimada. Criticar no es censurar, sino ejercitar el criterio y más en tiempos de Revolución.
La crítica en esta difícil coyuntura, debe ser aceptada como válida, como bálsamo de la interrelación humana, con sus efectos negativos y positivos, siempre lejos de la estupidez y la provocación que solamente busca molestar la atención y la reacción del otro con el objeto de ganar beneficios para un propósito individual.
El ejercicio de la crítica en revolución es importante para atacar aquel moustro de la corrupción que nos lleva a la ineficiencia y al descuido de todo nuestros espacios conquistados en estos últimos años, por ejemplo la decadencia de los Abastos Bicentenarios, Mercal y PDVAL, etc. La crítica debe ser ejercida como iniciativa para la acción de construir vías de solución y no caer en el problema.
Si un gobierno subestima la crítica constructiva, se corre el riesgo de un autoritarismo. La idea de la crítica no es para destruir el proceso, sino para fortalecerlo en todos sus ámbitos, donde el pueblo tenga la potestad de indicarle al gobierno, si lo hizo bien o mal, para que el mismo tome diversas iniciativas o posibilidades para solventar cualquier crisis. Es decir, Cuando ejercemos la crítica no es para censurarla, es para tomarla como punto de reflexión para construir el futuro del hombre nuevo, con criterios propios, con ideas y posibilidades cargadas de probidad o sea, Moralidad, integridad y honradez en las acciones a ejecutar.