El Gobierno Bolivariano puede correr peligro con las desviaciones, viejos vicios del pasado y las nefastas prácticas del Estado burocrático; uno revolucionario no se puede prestar pasar desapercibido actos de corrupción o para sinvergüenzuras de algún funcionario que atente contra el pueblo. Alerta ante el reformismo porque una revolución no se hace con disfraces, chantajes o mentiras; si no con patriotas.
Ya basta de funcionarios públicos indolentes al frente de instituciones gubernamentales, no dan respuestas y no permiten que el Poder Popular avance. Es hora que el pueblo haga los cambios necesarios dentro de la revolución, vayamos a romper las estructuras institucionales si fuese necesario. Hay muchos funcionarios del Estado que olvidaron que los consejos comunales son un medio del ejercicio de la participación ciudadana sobre el control de la gestión pública.
Ante las inmensas tareas y nuevos retos que se nos suman, estamos obligados a dar ejemplo cotidiano de honestidad radical, entrega y eficiencia. Uno puede estar descontento con razones y uno tiene que criticar con razones, pero eso no significa que van a apoyar a la oposición, porque eso es traición a la revolución (...) este es el camino de la salvación de la patria, que nadie se equivoque, que nadie se deje confundir.
El pueblo no puede olvidar que recibimos un país muy quebrado, Se nos ha venido un diluvio encima, y con él un mar casi infinito de problemas. Tenemos una oposición que no sabe jugar limpio sino planificar y organizar planes de desestabilización debido que tienen dominio del Poder Económico, Ante la historia esta batalla es y será dura, pero la ganaremos.
Ante las adversidades, fe. Tenemos que tratar de ponernos a la altura del tamaño del compromiso que se nos presente. Esta emboscada de la contrarrevolución, debe incrementarnos la voluntad de lucha, la voluntad de victoria, Patriota seamos como Chávez y aferrémonos a Dios Todopoderoso.