Los líderes de hoy en día
tienen que actualizar, a
menudo, su "Soft ware"
mental para responder
a los retos con eficiencia
I
El Comandante Hugo Chávez Frías, sembró en las mentes de los venezolanos y venezolanas, un liderazgo carismático casi mítico. Bastaron pocos minutos para que fuera protagonista de un acto de magia, cuando apareció frente a las cámaras de la televisión el 4 de febrero asumiendo su responsabilidad de la rebelión, y llamando a sus compañeros a deponer las armas para evitar derramamiento de sangre inútilmente. Fue cuando lanzó un "Por ahora" que cambió para siempre el rumbo del país. Había nacido el líder más carismático que ha tenido Venezuela en su historia. Esa es una verdad, que nadie puede negar. Para bien o para mal, ese día nació un verdadero líder, legitimado por un pueblo.
II
Ángel Gómez, en su libro "El Discurso del Comandante", habla sobre el liderazgo de Chávez, de la siguiente manera: "Sin duda alguna Hugo Chávez fue uno de los líderes más importantes que haya tenido Latinoamérica y parte del mundo en la historia política, al menos en está era de la información. Pudo llegar a millones con sus ideales y filosofía de la vida, además de impactar en la vida de otros. El poder que tuvo sobre las personas en general fue gigantesco, lo que le llevó a mantenerse catorce años en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela… Pero lo que más influyó en las personas, desde mi punto de vista, fue su discurso. En Venezuela hay personas que daban la vida por ver y escuchar un discurso del Comandante. Un discurso que movió pensamientos y levantaba pasiones…".
III
Existen muchos teóricos que afirman que un líder no nace, se hace. Respeto esas creencias. Para mí Hugo Chávez nació siendo líder. Lo que hemos podido ver en videos, en referencias de familiares, y amigos de su infancia, Hugo Chávez fue un líder desde que tuvo uso de razón. Nicholas Murray Butler, ex presidente de la Universidad de Columbia, sentenció: "Hay tres clases de personas en el mundo: las que no saben lo que está ocurriendo, las que observan lo que está ocurriendo, y las que hacen que ocurran cosas". Hugo Chávez era de esta última clase. Fue un hombre de acción. Alguien señaló que los hombres de acción siempre han sido hombres de fe. Chávez era un hombre de fe. Estaba convencido de que Dios lo había creado, pero también lo había dotado de la suficiente y férrea voluntad para la acción, en cualquier terreno, y bajo las circunstancias que fueran.
IV
Uno de los atributos de Chávez, como líder, era su autenticidad. Fue un hombre autentico. Nada ni nadie le cambió su modo de ser. Hay una frase de Hermann Hess que me encanta. Él dijo: "Un hombre puede ser una estrella de primera magnitud en talento, fuerza de voluntad y resistencia y estar también equilibrado que cambia con el sistema al que pertenece sin ninguna fricción ni pérdida de energía. Otros pueden tener los mismos dones o incluso mejores, pero el eje no pasa precisamente por el centro y disipa la mitad de su fuerza en movimientos excéntricos que lo debilitan y perturban lo que lo rodea". Hugo Chávez tenía una personalidad fuerte y amparada por su don de liderazgo, y nada lo perturbaba o le debilitaba. Todo lo contrario, era un hombre de acción y de lucha frontal.
V
Hugo Chávez no cometió un error al recomendar al pueblo chavista que eligiera presidente a Nicolás Maduro. Pues, no tenía dónde escoger a alguien mejor que Maduro. Y su escogencia, aún hoy día, demuestra que no había ayer, no hay hoy, y tal vez ni mañana, un líder capaz de hacer lo que hacía el Comandante. El liderazgo carismático y de acción no se trasfiere. No es heredable por nadie. Me consta que el presidente Nicolás Maduro ha hecho lo posible por defender el legado de Hugo Chávez; pero nadie puede negar que el mismo está en peligro. Se podría perder. Y la culpa no se le podrá endosar a Nicolás Maduro, pues, él, desde el mismo día de su elección, no ha tenido descanso alguno. Sus adversarios no le han dado cuartel. Allí está la guerra económica, cada día más intensa y más criminal.
VI
Mucha gente no quiere a Maduro. Lo odia visceralmente. Es esa gente la que no ha dejado que el liderazgo del sucesor de Chávez aflore. Más bien se ha complicado, ya que tiene que estar continuamente apagando candelitas por un lado y por el otro. Dentro y fuera del país. Su liderazgo se ha basado sobre la reacción, en respuesta a la acción violenta d quienes han querido deshacerse de él, como del legado del Comandante Chávez, sea como sea. Esa gente está decidida a no darle cuartel. Por lo que no cree en diálogo, en mejoramiento de la economía, ni en nada que no sea la salida. Surge una pregunta obligada: ¿Por qué no esperan las elecciones presidenciales y logran la salida con votos? Esa sería la actitud de una gente sensata, pero aquí no hay cordura, ni sentimiento que valga… ¡Se cansa uno!
Puerto Ordaz, 8 de febrero de 2016