Un mar de dudas agobia al venezolano y al mismo colombiano. No hay un flujo permanente de informaciones monetarias ni del Comercio bilateral colombovenezolano por parte del banco emisor.
¿Cuánto vale Bs.F 1, 00 en pesos colombianos?, ¿en qué se traduce el libre tráfico de nuestros billetes de Bs.F 100,00 hacia Colombia?, ¿en cuánto devalúa a nuestra paridad monetaria Bs.F/dólar el hecho de que estamos abasteciendo con nuestra moneda el comercio colombiano-de allá- y sin cortapisa alguna, ya que ese volumen de billetes para cubrir el circulante comercial de ambos países supone emisiones monetarias excedentarias necesarias para cubrir nuestras propias exigencias de liquidez doméstica, y hasta podría pensarse que se trata de dinero inorgánico?
¿Por qué las exportaciones hacia Colombia de buena parte la oferta nacional no se traduce en ingreso de divisas ni tampoco en retorno de nuestra propia moneda?
¿Cómo quedan nuestros estímulos a la exportación hacia Colombia mediante los subsidios nacionales con miras a diversificación de nuestros exportaciones y minimizar nuestra dependencia del dólar petrolero?
Todos esos y más son problemas que el Banco Central de Venezuela debe informar a diario en la prensa nacional, en su condición de garante de la estabilidad monetaria.