A mi criterio hay dos factores que sería importante analizar, por una parte factores internos primordialmente de facilismo y por la otra factores externos de dependencia político económica del coloso Norteamericano.
En el primer caso por una parte a nuestra burguesía parasitaria le ha resultado mucho más conveniente y con muchos menos esfuerzos el importar productos elaborados y semi elaborados y especular con precios inflados en la venta al público de dichos productos, teniendo como fuente segura de ingresos la venta de los mismos a una población acondicionada en forma masiva y brutal a través de los medios de comunicación, especialmente los radio eléctricos y actualmente el uso del Internet, todos dichos medios con sus programas alienatorios propagandísticos acerca de la conveniencia de consumir dichos productos al estilo y costumbres de los países llamados "desarrollados", con los Estados Unidos de Norteamérica a la cabeza.
Por ejemplo, los nocivos aditivos contenidos en los productos de ingesta denominados internacionalmente como "productos basura" se complementan a su vez con saborizantes y adictivos que terminan por crear verdaderas adicciones a los mismos y valga la redundancia, adicciones tales que apenas se encuentran a un paso por debajo de la adicción producida por el consumo de drogas fármacos dependientes.
Conozco el caso de Señoras que pregonan el cómo ante la escasez de cierta marca de cereales han debido traerse una maleta llena de los mismos desde Miami, y no estoy hablando de productos esenciales que justifican su ingreso al país por ese medio, dada la escases existente de los mismos en términos generales lo cual sería aceptable.
En cuanto a las prendas de vestir la alienación si se quiere es aún mayor, para estar a la moda foránea se hacen los sacrificios más insólitos, por ejemplo ir a fiestas campestres o al aire libre con chaquetas de cuero así como en botas altas en pleno clima canicular. Modas estas usadas en los países con cuatro estaciones acorde al clima en ese momento imperante.
En resumen el descontento de nuestra población por la escasez y las colas se justifica en cuanto a los productos básicos de consumo, pero este descontento se generaliza al esta no encontrar en el comercio productos superfluos a los cuales han sido condicionados a consumir, valga como insólito el hecho por mi observado como en una farmacia en una larga cola mujeres tanto de clase media como de extracción popular, que a la par de productos de aseo cotidiano necesarios, se desvivían por comprar una crema suavizante y desodorante vaginal (lo cual me trae a colación un viejo chiste, y perdonen lo "chusco", pero es que cae de perilla en cuanto al hecho antes narrado; "se trata de dos amigos, uno de ellos químico de profesión, los cuales se encuentran después de varios años, y quienes después de intercambiar efusivos saludos pasan al tema de sus respectivos trabajos y situación económica, a lo cual expone el químico, estoy elaborando un desodorante vaginal con olor y sabor a piña que me hará rico, se despiden luego con las efusiones respectivas y vuelven a reencontrarse varios años después, hola te veo boyante con ese auto deportivo de último modelo, te hiciste rico con el desodorante vaginal le pregunta el amigo al químico, y este le contesta, fue un completo fracaso, con lo que me enriquecí fue con una plantación de piña con olor a cuca"). No puedo como médico (y estoy invadiendo la especialidad de mi hijo que es gineco obstetra) añadir en este desvío del tema, la recomendación a las mujeres de no usar desodorantes vaginales los cuales matan la flora bacteriana propia de esa zona, facilitando el acceso de enfermedades como la candidiasis por ejemplo. El aseo diario con agua y jabón de baño (cuando se encuentra) es suficiente, pueden usar también jabón azul de lavar bien diluido en agua, a lo cual deben agregarle una cucharadita de vinagre.
Pero volviendo al tema después de esta disgregación caricaturesca necesaria. No ha sido obra del azar el que nuestra población en general nos hayamos convertido en consumidores compulsivos de cuanto producto novedoso o superfluo haya aparecido en el Mercado. Con respecto a nuestro País a los gobiernos de Estados Unidos no les ha sido necesario la intervención militar para doblegarnos a sus intereses político económicos, ya que desde los inicios del siglo XX la abundancia progresiva del oro negro fue campo propicio para la venta de los productos excedentes de su mercado interno, y después de la segunda guerra mundial como potencia imperante en el mundo Occidental, desbordar la producción y venta de dichos productos al mundo por ellos políticamente dominado; el auge productivo posterior de Alemania y Japón a su imagen y semejanza, fue a cambio de la dominación política del imperio norteamericano, así como el resto de Europa, la América Latina y parte de Asia, sin excluir los capitales propios incluidos en el auge industrial de los países de diferente desarrollo industrial del mundo bajo su dominio. No es gratuito para el gran capital norteamericano, que sus productos sean elaborados por ejemplo en Malasia y hasta en China, esto les reporta una ganancia a costa del desempleo dentro de la clase obrera norteamericana, evadiendo así las conquistas y reivindicaciones obtenidas por esta a través de dos siglos de lucha.
Por supuesto que la anuencia y sometimiento de los gobiernos de turno en Venezuela y la abundancia de la renta petrolera obtenida directa o indirectamente por un porcentaje poblacional importante en nuestro país (el colchón de clase media que el presidente Kennedy enfatizó a Rómulo Betancourt que debía propiciar), a costa de la marginación de otro porcentaje poblacional también en número importante, lo cual le facilitó al gobierno norteamericano (representante armado de los intereses económicos de sus grandes corporaciones) el no tener que recurrir a la fuerza para someternos.
El panorama facilista en cuanto a consumo e importación multitudinaria de productos tanto de uso necesario como superfluo, ahogó en la cuna a la incipiente burguesía nacional o nacionalista como se la quiera llamar, la cual no ajena por supuesto a sus propios intereses, pretendía un desarrollo productivo autónomo. Los primeros pasos dados por el dictador Pérez Jiménez en ese sentido fueron el principal factor que le enajenó el apoyo norteamericano.
La llegada de Chávez al poder se caracterizó en lo interno por el reconocimiento de aquella parte de la población excluida, pecando a su vez a mi criterio, de la no inclusión en el proyecto libertario de la clase media en general, y dentro de ella su componente más capacitado científico tecnológicamente, es decir el sector profesional. Los avances que se hicieron posteriormente para ganar a este último cayeron en tierra baldía, cuando ya dicho sector había sido conquistado por el verdadero enemigo de la revolución bolivariana, es decir la burguesía financiera y en general la burguesía parasitaria.
Sin entrar en detalles en cuanto a los logros del proceso chavista, lo cual alargaría excesivamente este artículo, quiero remarcar que los esfuerzos por la producción que hizo el comandante presidente tuvieron dos enemigos importantes para su desarrollo, enemigos internos como los burócratas corruptos en función de poder, y la mala planificación y control de los proyectos en desarrollo, amén de la pluridiversificación también difícil de controlar de los mismos, todos o casi los proyectos planificados "sobre la marcha" dictados muchas veces desde la emocionalidad expresada públicamente por el líder en momentos y circunstancias puntuales, o al menos eso es lo que a los ojos del grueso de la población aparentaba.
Miles de millones de bolívares mal gastados, cuyas ruinas físicas o de de estéril producción abundan a lo largo y ancho del país, y quiero enfatizar con un ejemplo al respecto. En Japón hace pocos años fue cambiada la ley de educación que tenía cien años de vigencia la cual había sido la base de conocimiento científico técnico que sacó a ese país de la edad media y luego de las ruinas dejadas por la segunda guerra mundial, siendo sustituida dicha ley, por una nueva ley planificada para un lapso creo que también de cien años más (me refiero al hecho concreto de la planificación a largo plazo, omitiendo los intereses político económicos de las grandes corporaciones en cuanto a dicha ley). En nuestro país sigue en vigencia una ley de educación cuyo objetivo mayor está encaminada a llevar a la Universidad sin pararse en "minucias" tales (y valga la ironía), como la selección de programas, la calidad del educando y las carreras a escoger.
A lo anterior debemos sumar el saboteo permanente de los cuadros dirigentes a todos los niveles dentro de los predios del PSUV así como antes lo era dentro del MRV, en cuanto a abrir la ideologización de la militancia así como de impedir también todo intento de discusión y crítica interna, y esto no por motivos políticos o de gobernabilidad tácticos o estratégicos, como muchas veces era la excusa, si no por el temor de dejar expuesta su propia incapacidad e ignorancia ideológica por una parte, con el añadido de fondo de que el permitirlo iba en contra de sus negociados e intereses personales; pero lo más doloroso del caso es que estos corruptos e incapaces fueron apoyados por antiguos revolucionarios con aparente buena formación ideológica, los cuales se dejaron también arrastrar por las mieles del poder hacia sus propios intereses personales.
En un artículo de Fray Beto (ese sacerdote de avanzada de la Teología de la Liberación), publicado en el Correo del Orinoco, con mucha claridad expone como la falta de ideologización de los jóvenes no efectuada por los gobiernos progresistas de Venezuela, Brasil, y Argentina, los ha empujado a identificarse cada vez más con los valores individualista y consumista propios del capitalismo, con las consecuencias que hoy estamos viendo, y es que si se pretendía hacer una revolución respetando los derechos consagrados por la democracia liberal, lo mínimo que se debía hacer era combatir con formación ideológica socialista revolucionaria al individualismo consumista anejo a dichos derechos.
Los que todavía conservamos los ideales de nuestra juventud sobre un mundo mejor nos sentimos atrapados en un desfiladero sin salida, por una parte un gobierno a todas luces incapaz y corrupto que como único cartabón revolucionario tiene un discurso anti imperialista vacio de toda actuación revolucionaria, y por el otro una derecha fascista que está a punto de tomar para sí todo el poder, como ya hace rato he venido advirtiendo en muchos de mis artículos anteriores, así como lo han hecho otros articulistas revolucionarios.