I
Más vale tarde, que nunca. Era hora en que debía responderle al pueblo con hechos, y con acciones contundentes. Sus anuncios son propicios para muchas especulaciones, y para los análisis desde un lado y el otro. Para unos son acertados, para otros son más de lo mismo. En efecto, nunca ninguna decisión de un mandatario va a complacer a todo el mundo. Cada cabeza es un mundo. Pero usted se apretó los pantalones, presionado por las circunstancias. Por ejemplo: el aumento de la gasolina era un clamor general, tanto de los chavistas como los de la oposición. Espero demasiado tiempo. Por lo que el Estado dejó de percibir una buena tajada de dólares, o de bolívares, para ser más exacto.
II
El miedo lo mantenía paralizado, hasta que lo dejó ir. Hasta que lo soltó. Allí están las medidas en el escenario. Falta la acción. Una acción coordinada, coherente y contundente. Vamos a ver si su equipo le responde. Sólo así podremos en corto y mediano tiempo ver los resultados. Tiene una a su favor: el pueblo chavista. Ese pueblo heroico y estoico, a la vez. Un pueblo que ha mantenido la esperanza viva. Ha habido sus deserciones, pero son los menos. La esperanza es lo último que puede perderse. Cuando eso sucede, viene la hecatombe. Hemos estado al borde de un estallido, pero el aguante ha sido superior a los embates de la cruda realidad.
III
Señor Presidente, de las gracias a Dios, y a este pueblo. A todo el pueblo, no ha una parte. Porque esa conducta es envidiable. Ningún otro país, en las mismas circunstancias que el nuestro, hubiera soportado tanto, sin haber explotado. Pero debe mantener el acoso a la corrupción. Está alborotada porque los corruptos creen en la sentencia de Henry Ramos Allup, y de Leopoldo López, quienes afirman que ya usted está caído, y que el legado que lleva en sus espaldas, se perdió. Por lo tanto, se ha intensificado el "raspado de olla", como se dice popularmente. Todos esperamos que, desde ahora en adelante, las respuestas sean certeras y oportunas. El pueblo venezolano le ha dado una nueva oportunidad, no la desperdicie.
