I
Voy a decir, lo que tengo que decir como revolucionario. Para unos seré un radical insoportable e incorregible. Para otros, un vejete sin nada en que ocuparse. Todo eso y más pueden argumentar. A mis apreciados lectores, de un bando y de otro, les pregunto: ¿Qué hace un canal dizque de la revolución imitando a otros canales? ¿No es eso lo que hace Tves? Una televisora creada con un fin social, para servirle al pueblo. Para que sus puertas estén abiertas para oír las quejas o las loas del chavismo. ¿O fue creada para convertirse en un canal simplón, imitador y con mensajes gafos? Para muestra basta un botón: el programa "Tves en la mañana", ¿no les parece una copia mala de lo que hace "Portada ´s" de Venevisión? Se gastan un platal del Estado en esas boberías que se pueden ver en otras pantallas. Pudiendo utilizar esos reales (unos cuántos), con creatividad y arrojo en una programación original, destinada a sembrar conciencia en los venezolanos y venezolanas? ¿Qué nos puede hacer falta un programa como "Tves en la noche"? Me pueden explicar con ¿qué se come eso…?
II
El resto de la parrilla de Tves, no aguanta un análisis serio revolucionario. "No tiene la culpa el ciego sino quien le da el garrote", reza un viejo refrán. Es decir, la culpa no es de Franklin Vallenilla. A él lo premiaron por aquel grito en los mítines de Chávez: "Familiaaaaaaa". Y, como es lógico, se llevó a sus amigos que también se hacían acto de presencia en las concentraciones de Chávez y, luego de Maduro. Que conste que no estoy en contra de ellos, ya que son venezolanos y venezolanas que necesitan trabajar. Pero, no haciendo que un canal dizque del pueblo imite vulgarmente, en la mayoría de su parrilla, a otros. ¿Quién se emociona viendo a hechizada? ¿Quién puede distraerse sanamente viendo a la Isla de la fantasía? ¿A quién pueden engañar con las "lecturas" de unas barajas, símbolo de los sueños torcidos?
III
El Estado cuenta con muchos canales de televisión, pero carece de cerebros para que esos medios sean bien utilizados, sobre todo hoy día, cuando la derecha arrecia sus ataques contra Nicolás Maduro, y, por ende, contra el proceso revolucionario. Me pregunto: ¿No tiene la revolución personas capacitadas y creativas como para darle un sentido educativo y generador de conciencia a la programación de uno de esos canales. Sólo el canal 8 mantiene una parrilla aceptable, con fallas, pero aceptable. Para una televisión mala y mediocre que tenemos en los demás canales… ¡Se cansa uno!, pero ¡Volveré!
Puerto Ordaz, 3 de marzo de 2016.