En la media hora que en el programa "Cayendo y corriendo" de este jueves su conductor dedicó a hacer un análisis sobre los planes conjugados entre la derecha venezolana y lo que se desprende de acciones impulsadas desde el exterior, vale decir Senado del Brasil y prórroga de un año por parte de Obama del decreto en el cual a nuestro país, se le declara representar un peligro para la seguridad de los Estados Unidos, sumado a la declaratoria por parte del Presidente de la Asamblea de la "no existencia de la decisión número 09 del TSJ", posterior al llamado que la cabeza visible del terrorismo en la calle Freddy Guevara llamaba a rebelión y amenazaba prácticamente con la reedición de las nefastas guarimbas, que aquí en el Táchira ya se iniciaron, Pérez Pirela, obvió no sé si por razones de tiempo o por olvido un tanto involuntario, al refererirse al Artículo 350 del la Constitución, que habla del derecho que tiene el soberano de desconocer, acciones no solo del Ejecutivo como cabeza de gobierno cuando considere que se vulneran sus derechos, sino y es mi opinión , especialmente del legislativo cuando, como en los ya varios casos que en tan poco tiempo hemos vivido, tenemos una mayoría en la Asamblea que está legislando abiertamente, en contravención de preceptos constitucionales, como es el caso de la llamada Ley de Impunidad, la de privatización, la de Vivienda y todas las demás que tienen anunciadas a sabiendas de que por fuerza no van a pasar, pues la misma constitución establece como derecho de otros poderes como el Ejecutivo y el Judicial el objetar, vetar o declarar, en el caso del TSJ, la inconstitucionalidad de dichos instrumentos legales.
Ahora bien, es de suponer que quienes hoy poseen la mayoría que les permite por sí solos aprobar cualquier tipo de ley que les venga en gana, deben tener especialistas que les asesoren a fin de no permitir que lo que de allí salga, no haya pasado por lo que podríamos llamar control de calidad constitucional, para no pifiar como hasta ahora lo han venido haciendo, de una forma casi que incomprensible, a no ser que lo estén haciendo de manera premeditada para provocar, lo que ya pareciera inevitable que es una confrontación de poderes, que les dé argumentos, para lo que la derecha de este país viene acariciando y que es uno de sus más anhelados sueños, que no es otra cosa que una intervención armada imperial, que les entregue el poder, para que les sean satisfechos y se materialicen los planes, por un lado de derrumbar el faro que la Revolución Bolivariana representa para los pueblos del mundo y por otro lado poder llevarse a precio de gallina flaca nuestras riquezas.-
De planes similares está plagada la historia del mundo, para el imperio es juego de niños, proceder, como lo han hecho en muchos países, a invadir sin importarles que en su prontuario se sume un nuevo genocidio y un nuevo suelo se inunde de sangre y muerte, para ellos eso es parte de sus protocolos para demostrar que por poseer un poder bélico inigualable, se pueden dar el lujo de barrer con la vida de millones de seres, destruir su patrimonio y robarse de la manera más descarada lo que les pertenece a esos pueblos, pues con ello demuestran su hegemonía.
Lo doloroso es que lo hagan con la disposición de cabezas de playa como las que aquí existen, una de las cuales es nada menos que, con su mayoría, uno de los poderes que constitucionalmente, si actuasen apegados el texto de la Carta Magna, tienen poder de decisión, y que quienes se prestan para ello no tengan la capacidad de razonar que a pesar de que les han servido a los invasores para llevar adelante sus planes, no tendrían cómo evitar ser presas de las bombas y las balas con las que vendrían a arrasar cualquier vestigio de vida, pero que además las fuerzas revolucionarias que no están mancas y saben quiénes y dónde están los que se han prestado para la traición, no desaprovecharían la oportunidad, antes de inmolar su vidas y buscarían hacer justicia, es lo que ya la historia registra en casos vividos por otros pueblos que hoy por hoy, están sumidos en el caos más terrible, y nuestra patria no sería la excepción.-
A ello no se le llama de otra manera que una guerra civil, que sería muy cruenta y más si uno de los bandos se apoya en un ejército extranjero, con el enorme poder que sabemos tiene el peor imperio que haya existido sobre la faz de la tierra.-
Así pues que por donde se miren los planes de la derecha, están destinados o al fracaso o a no tener, después de la masacre, quienes puedan colocarse al frente del nuevo estado de cosas, porque, los resultados de un invasión serían tan desastrosos, que la gran mayoría, si no todos, los que sueñan con el poder, incluso por la vía de un ataque de fuerzas extranjeras, se llevarían sus sueños a la tumba, o bien por lo que resulte del ataque bélico, o bien como resultado de un inevitable enfrentamiento de pueblo contra pueblo.-
