Después de la siembra de nuestro Comandante

Ya han transcurrido tres largos años de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez, hombre que levanto una Nación, enfrentó al poderoso Imperio Norteamericano, conquistó los corazones de hombres y mujeres. Además, fue la luz de esperanza que surgió en los pueblos de América Latina y el resto del mundo, donde hizo entender que el Socialismo Bolivariano del siglo XXI, es la alternativa de los pueblos para contrarrestar el enorme poder del Capitalismo.

Desde que el presidente Nicolás Maduro, asumió legítimamente la presidencia de la República, una cantidad de actores han atacado vilmente su liderazgo, trayendo como consecuencia una notable disminución de popularidad. Estos estimulan y refuerzan sistemáticamente los altos índices de corrupción, clientelismo partidista, burocratismo, nepotismo, improvisación politiquera, "Bachaqueo", "Contrabando", "Gorgojos" (seguramente pronto saldrán las cucarachas y escarabajos), en una suerte de ineficiencia gerencial dada la falta de seguimiento y control de los planes y proyectos emblemáticos. A esto se suma una delincuencia desenfrenada que en situaciones aisladas está siendo contraatacada por sus víctimas, hasta llegar a un linchamiento colectivo nada plausible, entre otros elementos que son parte de un todo. Todos estos fenómenos ponen en juego el legado que nos dejó el Comandante Chávez. No se pretende caer en el plan de la derecha, sino corregir los errores para que no se derrumbe el Proyecto de la Revolución Bolivariana.

En este contexto, quiero recordar lo sucedido el pasado 6 de diciembre de 2015, siendo la derrota más vergonzosa, gracias a los mismos fenómenos mencionados. Sin embargo, los aduladores de oficio del poder culpan y culparán al pueblo de todo fracaso, jamás aceptaran críticas constructivas que demandaba la población. Es una suerte de bofetada a la dignidad de un pueblo, que una vez soñó con su Líder una "Patria Grande" en todos sus sentidos. No es curioso y extraño observar a muchos ir al muro de los lamentos, para purgar sus culpas y penas. ¿Qué hay de ese pueblo sabio y paciente? ¿Será que ha caído en un abismo de abandono e indiferencia, por quienes tienen la responsabilidad de manejar su destino?

La coyuntura política venezolana es muy compleja, sabemos que ambos polos luchan frecuentemente por el poder como en un "reality show", afectando directamente al pueblo de a pie. ¿Les importará el pueblo, les dolerá?

Diversas bancadas políticas, no conocen la realidad social, ni las necesidades que padece el pueblo. El pésimo servicio y la mala gerencia de algunos funcionarios públicos y privados responsables de los servicios, así como el desabastecimiento de alimentos y medicinas, las largas horas pasadas en una cola para obtener un producto subsidiado o infructuosamente frustrarse al no poderlo comprar, deprime a un grupo de la sociedad, pero a otro lo encoleriza. Al mismo tiempo, se ha creado un monstruo laboral conformado por quienes se aprovechan de las oportunidades o la falta de ellas, para convertir en un grupo de mercenarios de la Sultana del Ávila, (Petare, Chacaíto, El Silencio, Catia, La Yaguara, Carapita, Antímano), en la burda figura del capitalismo popular. La moda en revender apátridamente a precios astronómicos, productos subsidiados a precio de "un dólar ficticio de 1000 Bs." Es el Pueblo castigando al Pueblo, o sea, surge una nueva forma de robar basado en la estructura más antigua, destructora de civilizaciones y que es castigada por toda corriente religiosa, perteneciente al 5° pecado capital "la usura", una figura vil, castigadora de un pueblo, que sumergido en suplir sus necesidades básicas busca a través del robo concienzudo o "autorobo" alimentar su hambre. Y con esto argumento que en las restantes regiones geográficas del país, el asunto es aún más crítico.

El trabajo de los funcionarios policiales y militares honestos no es suficiente, cuando a ellos se une la contraparte corrupta que atenta contra la institución castrense.

Posibles Propuestas

En primer lugar el Estado debe Retomar el principio de las tres R de la Revolución Bolivariana, "Revisión, Rectificación y Reimpulso" (que se ha dicho y no se ha aplicado en su totalidad), acompañada de una gestión eficiente y efectiva, apoyada en el control y supervisión de la función de cada institución y empresas del Estado.

Tomar medidas que ataquen las dificultades de la estructura económica, contrarrestar los factores de la especulación, la caída del precio del petróleo, las carencias de divisas y sincerar los precios de la canasta básica. Sincerar el precio de la gasolina, para eliminar las aberraciones que giran alrededor de las mismas ha sido una medida acertada.

Tomar medidas extremas "caiga quien caiga", un ejemplo de ello han sido la "Operación Gorgojo" y la aplicación de la Ley de la Operación Liberación y Protección del Pueblo (OLP), los cuales han arrojado resultados positivos. Sin embargo, es preocupante ver el liderazgo que han asumido algunos líderes delincuente denominados "pranes" en el control de ciertos sectores de nuestra sociedad. Recuerdo con cierta nostalgia al Comandante Eterno, cuando de alguna manera nos recalcaba en sus "Aló Presidente", que la educación es una solución importante para alimentar el espíritu de un pueblo. Lamentablemente en este momento ese pueblo está a punto de perder su esencia.



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Marvin Mijares


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